domingo, 3 de julio de 2011

La política, los políticos y la sociedad

15Mvs13M

“Los jóvenes salieron a la calle, y súbitamente todos los partidos [políticos] envejecieron”. Con esta frase, el artista gráfico del diario El País, ElRoto, resumía muchas cosas sobre lo que está ocurriendo en España. El fenómeno que podría calificarse de “revolución moderna” está expandido a diversos países de la Unión Europea y podría seguir creciendo abogando por una mejora del trato que la clase política ofrece a su población. Las consecuencias que deberían tener estas manifestaciones sobre los partidos políticos ya se trataron hace algunas semanas en este blog pero desde un punto de vista más cercano es interesante analizar la actualidad con vistas al futuro.

Esta movilización tiene un fondo suficientemente claro como para entender que lo que en realidad se está debatiendo es el peso real y efectivo de cada una de las partes de la tríada de gestión estatal: gobierno, sociedad y economía. La respuesta no es evidente pero una cosa está clara, y es que las personas piensan que los políticos hace ya mucho tiempo que se alejaron de las personas que les votan y depositan su confianza. Es incongruente por tanto, que sean los mismos políticos los que digan que las personas se están equivocando puesto que ellos siguen al lado de esas mismas personas que los rechazan.

La reciente crisis económica mundial, la fuerza con la que la economía está manejando los hilos y la incapacidad de España para desatarse del complejo entramado entre reconocimiento internacional, progreso y avance social están ahondando el desencanto social hacia los políticos. ¿Por qué la clase política tan solo está hablando del movimiento social como algo efímero? ¿Acaso se espera que este movimiento se extinga por sí mismo con algunas medidas inútiles o por simple cansancio? ¿No es posible que detrás de un movimiento que atañe a tan distintas clases sociales pueda esconderse un mensaje más importante?

 

El caso de Cataluña: El Sagrado Parlament

En primer lugar, es necesario dejar claro que desde este lugar no se anima en ningún momento a emprender actos violentos contra ninguna persona. Es más, se condena la violencia (la violencia contra los políticos y la violencia contra los manifestantes ordenada por esos mismos políticos). Pero también hay que ser claros en una cosa: el Parlament es un lugar tan público como cualquier otro y si las personas deciden pacíficamente, como hizo la inmensa mayoría, impedir el paso de los políticos (personas también, como ellos mismos dicen) al Parlament tienen todo el derecho a hacerlo como medida de protesta. ¿Qué otro modo hay de mostrar realmente el enfado de las personas hacia la política actual? Quizá haciendo una huelga que nadie escuchará y que durará como máximo un día en las portadas de los periódicos…

Sobre este punto, es importante percatarse de los distintos métodos para transformar una protesta totalmente legítima e inesperada para los “sagrados” políticos en una manifestación de violentos e incontrolados.

Lo primero a destacar es el aspecto oficial. Desde Madrid, que podría considerarse el centro de ésta protesta, se condenó directamente la violencia de los pocos (muy pocos) que se excedieron. Lo segundo a destacar son las consecuencias de los actos ordenados por los dirigentes políticos. En primer lugar, hay que describir la situación: en medio de todo el contexto de reclamaciones sociales, es fecha de reunión política en el Parlament. Las personas a través de las tecnologías imperantes deciden salir a la calle, a llenar el parque de La Ciudadela para evitar que los políticos se puedan reunir. Un movimiento que se organizó un día antes de forma transparente por internet. En un alarde de valor, los políticos llegan en furgones policiales o lo mejor de todo (y más patético) el President aparece en helicóptero policial al Parlament. Las reclamaciones en el parque siguen y la carga policial comienza bajo el pretexto de que algunas personas se estaban excediendo.

¿Qué ocurrió realmente? Hay que recordar que la reunión en el Parlament debatía sobre los recortes presupuestarios. Una vez más, el pueblo recibe las consecuencias de la crisis. Y el espectáculo comienza. Lo que debía ser una cadena humana pacífica para impedir el paso de algunas personas a un lugar de trabajo, una protesta más que clásica, deja paso a una serie de altercados extraños: el Parlament ocupa una zona muy pequeña del parque de la Ciudadela, con un conocimiento mínimo de táctica se puede entender que lo más efectivo (concentración de fuerzas, control de la zona, mayor cantidad de vías de escape…) es controlar la zona mínima. Acordonar el Parlament y controlar dos o tres salidas sería suficiente. ¿Por qué se cierra todo el parque con el impedimento estratégico que ello supone?

Todo esto empieza a ocurrir el Martes 14 de Junio mientras que el pleno está previsto para el día siguiente. La tarde del martes, todo está acordonado y la manifestación transcurre sin mayores problemas alrededor del parque cerrado, los medios apenas comentan los hechos.

No obstante, desde el día 15 por la mañana el show comienza y la televisión autonómica comienza a difamar a las personas que están alrededor del parque sin haber provocado ningún altercado todavía. Artur Mas dice “es intolerable que los representantes del pueblo tengan que llegar en helicóptero” cuando la policía está asegurando dos vías de entrada por tierra al Parlament. Su estelar llegada en helicóptero era más que innecesaria.

Los policías infiltrados comienzan a actuar para fomentar la trifulca y la policía responde con suma facilidad (cuando en otras ocasiones, el limbo de la intervención era cuanto menos, la quema de contáiners o el lanzamiento de cócteles “molotov”). En este caso valieron los empujones y los insultos para iniciar los disparos de balas de goma. La fundación Justicia i Pau (que condena todos los actos violentos y es célebre por su activismo por la paz desde hace mucho tiempo) ha publicado el siguiente video, video por el cual Arcadi Oliveres, director de Justicia i Pau, podría ser denunciado por “calumnias hacia la policía catalana”. ¿Quien acusa? El gobierno: Felip Puig. ¿El motivo? Calumnias a la policía… ¿Desde cuando esto es motivo de denuncia?. Deberían ver el siguiente video (que la televisión autonómica no ha emitido).

¿Quienes son los violentos?

Por contra, pese a no emitir éstas imágenes, TV3 sí que magnificó de forma exagerada lo ocurrido durante el suceso. Ciertas imágenes de internet han sido eliminadas, otras muestran una situación mucho menos crítica que la descrita por políticos y ciertos medios de comunicación.

¿Qué ha ocurrido? El resumen es breve: una zona acordonada excesivamente grande que además de generar molestias innecesarias a los vecinos, trajo el grueso de la manifestación a la zona urbana mientras podría haberse quedado dentro del parque. Ello conlleva que las personas que viven en las inmediaciones y llegan de trabajar pensarán automáticamente que la culpa de los altercados fue directamente de las personas manifestantes. El exceso policial y alejar la manifestación del lugar de los acontecimientos tan solo provoca un sentimiento de frustración sobre las personas que querían expresar su opinión delante del Parlament (¿se imagina alguien la reacción de los políticos en las manifestaciones “No a la guerra” si éstas hubiesen sido desplazadas a la montaña?).

Otro punto a destacar es el hecho de que mientras que habían posibilidades de acceder por tierra si el cordón policial se hubiese adaptado a la situación, los políticos ordenaron un cordón excesivo que les obligó a llegar en helicóptero dando paso a la magnificación de un discurso que jamás habían empleado: Artur Mas como defensor de la democracia al explicar que le sabe muy mal haber tenido que llegar en helicóptero.

Todo ello por no insistir en el hecho de que sin infiltraciones policiales, es más que probable que no hubiese habido violencia (como no la hubo el día anterior ni la misma mañana).

La consecuencia no deja de ser extraña. La Señora Pilar Rahola parece preferir un cierto tipo de censura al lamentarse de haber mostrado el movimiento 15-M en los medios cuando afirmar que “los hemos mimado mediáticamente y hemos criminalizado a la policía, ¿de qué nos sorprendemos?”

Y el objetivo final está claro: desprestigiar el movimiento para que poco a poco las personas se desmarquen de esta ideología.

 

El problema de fondo: Sociedad vs. Economía

15-MEs indudable que cada vez más, los poderes económicos y las instituciones internacionales están bloqueando las posibles medidas que los gobiernos podrían estar intentando llevar a cabo. Es perceptible por la mayoría de las personas que la economía y el mercado están tomando una relevancia primordial en la agenda del gobierno. Este hecho es normal y comprensible dentro de unos márgenes, pero cuando se supedita la sociedad y su bienestar a la economía u otros elementos de presión ajenos la situación se vuelve intolerable.

Para empezar, en lugar de sacralizar a los directivos de bancos como gente “que sabe mucho”, habría que iniciar una investigación de sus actos previos a la crisis. Éstas personas, generalmente próximas a los gobiernos o directamente ex-ministros deberían explicar porqué jamás detuvieron el crecimiento de la burbuja inmobiliaria que tanto ha agudizado la crisis en España. El caso Islandés es el mejor situado puesto que el gobierno ha tenido el valor de dimitir y el presidente reelegido a llevado a cabo juicios contra los presidentes de los bancos que los llevaron a la quiebra.

Y así, mientras que José Luís Rodríguez Zapatero defiende la puesta en marcha de medidas Keynesianas para la protección social, defiende con igual fuerza la reducción de ayudas a las familias, favorece el despido y rehúye hacer comentarios sobre la relación entre el sistema bancario y la crisis en España. 

Mientras que la política debería actuar como la defensa del pueblo y ejercer un arbitraje entre sociedad y economía, parece ser que la clase política ha abandonado esta tarea para pensar tan solo en defender la economía de un país en la práctica quiebra y que, de seguir en esta línea, ofrece muy pocas opciones de futuro. En cambio, una sociedad sana, en forma, que no dependa de una única solución (hasta la fecha el ladrillo) podría proteger a España de nuevas crisis.

El Informe sobre la Democracia en España (IDE) que se encarga de verificar la calidad de la democracia en España ha mostrado un tremendo descenso en 2010. En efecto, según este informe, cuyas variables son la forma en que las instituciones democráticas y los poderes políticos responden a los ideales democráticos, muestra un inquietante descenso de la calidad democrática en España a nivel de todas las instituciones. El pueblo está perdiendo cada vez más poder en España.

El PNUD sitúa a España con un índice Gini (desigualdad) lamentable respecto a los demás países de la Unión Europea y desarrollados, peor que el de Irlanda y Grecia). Según el PNUD, en España tan solo el 70% de las personas está satisfecha con sus opciones democráticas y los derechos humanos no son plenamente respetados. De hecho se nos sitúa al mismo nivel que en Estados Unidos e Israel en este sentido.

Queda suficientemente claro que quien está acabando con la democracia no es el pueblo al manifestarse, sino una clase política decadente incapaz de hacer lo que debe y para lo que se le ha votado. No se puede promover con tanto orgullo que Bankia va a permitir que Rodrigo Rato y sus dos dirigentes obtengan 10 millones de euros de beneficio este año (más bonus) mientras España atraviesa su peor crisis económica.

 

Rectificar es de sabios: el cambio podría ser una opción válida

Enunciar frases de autocomplacencia, justificando los errores cometidos en el pasado y barriendo la “mierda” hacia afuera es la solución más fácil pero la menos efectiva a largo plazo. En Cataluña por ejemplo, las personas han castigado al tripartido (PSC, ERC y IC) en las urnas y ahora están castigando CiU en la calle. A nivel nacional, el PSOE también ha sido castigado en las urnas y al PP tampoco le espera un futuro halagüeño en lo que muchos describen como una legislatura de transición.

Muchas personas nos preguntamos el motivo por el que ningún político ni ningún partido comparece para decir que reconoce los errores cometidos y, con un programa real, creíble y moderno, va a promover un cambio radical en el equilibrio de poder. Nos preguntamos también porqué cuando un partido gana las elecciones, todo son estallidos de júbilo… ¿Son las elecciones un torneo como Eurovisión?, a muchas personas nos parece que las risas, los “choca esa mano”, los abrazos entre ellos y el posterior baile de negociaciones por el ansia de gobernar no son propios de quienes representan al pueblo. Con esto incluyo falsos eslóganes o programas imposibles. La política no es un juego fácil y a los políticos hay que exigirles (puesto que es su deber) que logren encontrar el compromiso entre progreso social y progreso económico. No es fácil, pero ellos fueron quienes eligieron el camino de ser políticos: una profesión con una alta carga de responsabilidad y seriedad de la que la mayoría de los dirigentes carecen.

Evidentemente, rectificar la senda de la defensa a ultranza de la economía, las finanzas y la empresa requiere en primer lugar perseverancia, un esfuerzo que dura más de ocho años (dos legislaturas) y en segundo lugar, valor para enfrentarse a ideas opuestas al desarrollo de España como las que propone la Sra. Ángela Merkel en Alemania. Y muchos políticos no están dispuestos a correr ese riesgo y con el tiempo (tras una carrera política larga y llena de sacrificios para llegar a la cima del poder) las personas prefieren el cómodo reposo de la sillón del despacho, el amansado debate en una cámara que ya no tiene ningún poder efectivo (convertido en un circo para niños) y la paga vitalicia a la par que injusta tras el gobierno.

Que los políticos recuerden que lo ocurrido en Barcelona no es fruto de la nada ni iba orientado contra su propia persona (a la gente le da completamente igual quien sea Artur Más). Es simplemente la consecuencia del enfado de muchas personas que creen en la democracia y que ven como cada día, esta clase política está supeditando sus actos supuestamente en pro de la democracia al flanco económico de la sociedad Española.

Fuentes:

Blog de J.M. Goig (http://jmgoig.wordpress.com/2011/06/15/estrategias-del-poder-para-desprestigiar-movimientos-sociales-el-caso-parlamentcamp/)

El País (http://www.elpais.com/articulo/opinion/pulso/poder/economico/poder/politico/elpepuopi/20110530elpepiopi_11/Tes)

La Vanguardia (http://www.lavanguardia.com/politica/20110616/54171347984/puig-anuncia-que-estudia-denunciar-a-arcadi-oliveres-por-calumnias-a-la-policia-catalana.html)

Fundación Justicia i Pau (http://www.justiciaipau.org/comunicats-opinio.es.shtml?x=11191)

Gracias a A. Tapiol por la idea y el enlace.

Dedicado a Alba Zapater

2 comentarios:

Francesc Vilaubí dijo...

Si estamos de acuerdo en que "nuestra libertat termina donde empieza la de otro", no se puede entender que mi acto de libertat manifestándome, impida a otra persona su derecho a acceder a su lugar de trabajo "El Parlament".

Sobre Bankia, i los bancos en general, me queda una duda: El dinero de rescate que el gobierno les cedió....
era como prestamo (con lo que recogemos intereses)
como fondo perdido (con lo que estoy de acuerdo que es inmoral repartir dividendos)
como participación en el capital (que no creo, pero nos dejaria dividendos i la apreciación de la acción)
???

Alejandro Soberano dijo...

Sobre la libertad, si seguimos ese precepto que comentas (y que en parte es cierto) se termina el derecho a manifestarse puesto que cuando un conjunto de manifiesta siempre invade la libertad de otro (notablemente en asuntos públicos y de servicios). La manifestación del otro día fue la consecuencia de una labor deplorable de unos políticos que están recogiendo los frutos de su labor.

Estoy totalmente de acuerdo en que, para que al fin vean que hay un enfado social hacia su trabajo, los políticos puedan palpar las quejas desde cerca.

Sobre el dinero prestado a los bancos hay que matizar: el dinero a cajas de ahorros es para su rescate en forma de intervención del Estado: nacionalización temporal para sanera y volver a mender a corto/medio plazo. Para los bancos se trata de un dinero que apoya la capitalización y mejora la tasa de capitalización permitiendo que cumplan con la normativa. A largo plazo, los accionistas deberían devolver este dinero. (Una entrada sobre el asunto llegará el Domingo 17).

¡Gracias por el comentario!