Las recientes noticias sobre la situación laboral española no han sorprendido a prácticamente nadie: todos sabíamos que el paro seguiría subiendo este primer trimestre de 2011 y así lo confirmó el Instituto Nacional de Estadística. Pero lo que no deja de impresionar es el enorme valor absoluto de los parados en España: 4.910.000 parados. Y es que desde hace tiempo que en The Dark Side of the Moon se demostró que las variables variación de la tasa de paro y crecimiento del PIB están íntimamente ligadas en España de forma fácilmente comprensible. En pocas palabras, a mayor crecimiento, mayor disminución de la tasa de parados y viceversa. Obviamente, en estos tiempos que corren, España se encuentra en el caso contrario por lo que presentando una tasa de crecimiento muy baja, la variación de paro se vuelve positiva y por tanto el número de parados aumenta.
Se trata de una tendencia macroeconómica cuyas razones son muy complejas y todavía no presentan unanimidad por parte de la comunidad económica: ¿la crisis española procede de la influencia internacional, está originada exclusivamente de forma interna o bien se trata de una mezcla de ambas influencias? De todos modos y por encima de la búsqueda del culpable, el aspecto más importante desde un punto de vista social es conocer cómo está afectando esta etapa a la crisis a las familias españolas. En cualquier caso, está siendo y va a ser la población quien pague los derroches de los gorrones… Pero al menos, si bien es cierto que el gobierno español poco puede hacer por defenderse de una crisis de aires arrolladores, sí que puede aplicar medidas para ayudar a la sociedad española a seguir con su vida siempre y cuando tanto éste como la misma población sean conscientes de lo que tienen.
La interrelación entre el número de parados, el coste laboral para el empleador, los precios y demás variables económicas son de vital interés para comprender qué debería hacer el gobierno español para cumplir con su debe de defender a su propia población. Respondiendo de una vez por todas, antes de que sea demasiado tarde, a las demandas de la población que sale a la calle a pedir mejores condiciones por parte de su gobierno.
Referencias históricas: un cambio de definición
El gráfico adjunto muestra el valor porcentual de parados en España a lo largo de los últimos años. Si bien el valor de dicho porcentaje es importante, lo primero a constatar es que la nueva definición de “parado” ha permitido a los sucesivos gobiernos que la han explotado (Partido Popular y Partido Socialista) ofrecer unos datos de paro inferiores a los que Felipe González tuvo que enfrentarse a mediados de los ‘90.
En algunas ocasiones se han oído palabras cuya intención tranquilizadora choca con la constatación que acabamos de hacer. De hecho, cuando se comparaba la actual crisis con la del ‘94, se comparan dos valores de paro incomparables puesto que incluyen un conjunto diferente de personas. El INE describe esta nueva normativa que empezó a aplicarse en 2002.
Así pues, conviene pensar que cuando se mira el número de parados, quizá se debería ampliar la mira y considerar a más personas que siguen sin empleo y que pese a considerarse inactivas, desean encontrar un trabajo. Se trata de un limbo un tanto extraño…
¿A quien y cómo está afectando el paro derivado de la crisis en España?
Pero lo que quizá más importa son los valores que inciden directamente en las personas. Saber a quién le está afectando con mayor intensidad la crisis es una necesidad de vital importancia para poder llevar a cabo una política “de bisturí” orientada a rectificar la tendencia en los puntos en los que la sociedad más lo requiere. Una forma de aproximarse al caso concreto pasa por centrarse en el ratio entre la tasa de paro y el índice de precios. Sin ser una medida directa, se trata de una aproximación estimativa del poder adquisitivo de la sociedad Española.
En este caso, si se observa la evolución tanto del Índice de Precios al Consumo (IPC) como de la tasa de paro general durante los últimos trimestres, se observa un comportamiento semejante. Es decir, tanto la tasa de paro como el IPC general están aumentando:
La conclusión preliminar que se puede obtener de este análisis generalista es que a grandes trazos la sociedad dispone de cada vez menos opciones de empleo (y por tanto su poder adquisitivo, su seguridad laboral, su calidad de vida disminuyen) al haber una tasa de paro creciente. No obstante, al efecto de degradación social se añade también el del creciente nivel de los precios. La pregunta que cabe plantearse es ¿cómo puede ser que el poder adquisitivo de la sociedad presuntamente disminuya y los precios aumenten respecto a los valores de antaño? Es lógico suponer que si las personas pueden comprar menos, los precios disminuyan al bajar la demanda pero la realidad no es así.
La cual cosa lleva a analizar cuales son los principales componentes del IPC General para esclarecer por qué motivo los precios aumentan. Si se considera la clasificación que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), se observan ciertos resultados relevantes. Globalmente, el vestido y calzado sigue su línea estacional mientras que los alimentos y las bebidas no alcohólicas así como el transporte presentan una tendencia al crecimiento. Tendencia que influye en el aumento del IPC General.
La tendencia que marca el sector del transporte es la más notable y justifica parcialmente el motivo por el que el IPC está creciendo ajeno a la demanda existente. Asociado al mercado petrolero, el transporte en general se ve obligado a adaptarse al precio del barril sujeto a estimaciones, tendencias y referente a un mundo lejano a la realidad. Eso explica en parte la razón por la que el precio del transporte muestra estos picos en 2008 y sigue creciendo en 2011 puesto que actualmente el precio del barril está en crecimiento. Su notable influencia en el IPC General explica a su vez la razón por la que el IPC General aumenta en estos momentos.
Conviene terminar el análisis del impacto sobre la tasa de parados con el estudio del paro en función del tiempo en búsqueda de empleo para percatarse de la sensible situación actual. El sector que más se ha visto aumentado es el de los parados de más de 2 años mientras que los que buscan empleo durante 1 año o más siguen estabilizados en cotas elevadas.
El gasto que supone un empleado para las empresas
Para acompañar el punto crítico presentado en las líneas anteriores es necesario conocer el coste que supone contratar y mantener para una empresa. En este aspecto sorprende ver que el coste laboral para el conjunto de las empresas ha descendido un 3%, en otras palabras: a una empresa le cuesta un 3% menos mantener una plantilla. Concretamente el Coste Salarial por trabajador y mes se mantiene constante con un valor de 1992,20 € de media. La disminución general del Coste Laboral procede de la disminución del resto de costes que conforman el Coste Laboral (cotizaciones a la seguridad social, prestaciones sociales, indemnizaciones por despido…).
Si se tiene en cuenta la vertiente productiva, la jornada laboral se ha reducido en 5,4 horas medias por semana que corresponden en su mayoría a un aumento de las vacaciones y fiestas disfrutadas por los empleados. Y he aquí donde aparece el la conclusión de lo que ha supuesto para las empresas todo la evolución de la crisis y los cambios sociales: el coste laboral por hora efectiva ha aumentado un 1,1% que comparado al alza del 3,47% en el IPC durante el último año puede llevar a suponer que en líneas generales, los beneficios de las empresas han aumentado.
A nivel comunitario, tan solo queda las Autonomías en las mayor ha sido la disminución de costes a pagar por las empresas han sido Extremadura y Asturias (con la notable presencia de Madrid con una disminución del CL próxima al 1,2% y Andalucía con una disminución del CL del 1,6%). Cataluña, el País Vasco, Murcia, Cantabria, Navarra, Baleares y Galicia sufren un aumento en sus costes laborales como muestra el siguiente gráfico.
La vivienda en todo esto
Un ejemplo más claro de la disminución de la demanda y el consecuente la encontramos en el precio de la vivienda. En este campo muchos factores influyen en el comportamiento del precio de la vivienda y su descenso desde 2007. Concretamente, el precio de compra de la vivienda ha descendido un 13% desde el tercer trimestre de 2007 alcanzando a día de hoy un mínimo al que no se está muy acostumbrado. Pese a que la tendencia parece estabilizarse (quizá ahora estamos viendo el valor real de la vivienda alejándonos ya de la célebre burbuja inmobiliaria) el precio del ladrillo sigue bajando poco a poco.
El caso español es notablemente concreto por el “boom” que toda la sociedad lleva padeciendo desde hace al menos una década. Pero la crisis ha permitido hacer estallar tal burbuja. De hecho, ésta disminución del precio del habitage no se debe solo a una disminución de la demanda si no a una regularización del un valor que durante años ha crecido por encima de su valor real.
La reacción de las personas: consumo selectivo
Antes de terminar conviene centrarse en la parte más social. Destacan en este campo que el Gasto Familiar (GF) ha experimentado una disminución del 3,3% (que despojado del efecto de la inflación supone una disminución del 3,0%). Y lógicamente el mayor receso en el consumo se ha llevado a cabo en los transportes reforzando la idea de que, éste sector, ligado al petróleo es totalmente ajeno a la leyes básicas de la oferta y la demanda. Concretamente, el descenso de la demanda no coincide en ningún caso con los precios al alza y la pregunta de si el precio actual del transporte es el adecuado no deja lugar a mucho debate.
Por otro lado, las familias españolas han reducido su consumo en los artículos de vestimenta y calzado en mobiliario y en otros gastos del hogar. Es decir, se ha dejado de lado lo que a primera vista podría suponer más superfluo en la vida de cada día. Pero aún así, la vivienda sigue siendo lo que más presupuesto familiar se lleva con una media del 29,4% del presupuesto total invertido en este campo. Como nota anecdótica, el País Vasco (con 13.308 €), la Comunidad Foral de Navarra (con 13.241 €) y la Comunidad de Madrid (con 13.220 €) fueron las Comunidades con mayor gasto medio por persona mientras que las más “tacañas” fueron Extremadura, la Región de Murcia y Canarias.
Pero lo más relevante es la idea de que las personas se han adaptado a la situación actual y han reducido sus gastos en elementos que muestran un crecimiento desmedido e incoherente y en aspectos cotidianos más irrelevantes…
España quizá… no va bien
Más allá del la rebaja de parados que el pasado mes de Marzo 2011 ha aportado a la sociedad, existe una tendencia que incumbe a los precios generales de consumo que no está en línea con lo que requiere una sociedad diezmada por el paro. No es posible que en un Estado de derecho con un gobierno que representa a las personas presente una tendencia socio-económica tan difícil de soportar para la sociedad. Cuando las personas se preguntan porqué el gobierno no ha hecho prácticamente nada para detener la crisis la respuesta es sencilla: considerando la crisis desde un punto de vista global, no se podía hacer nada dadas la estructura económica española previa y la voracidad internacional de la crisis que impidieron cualquier acción. Pero si nos centramos en una visión más concreta, he aquí el ámbito en los que el gobierno debería haber intercedido para proponer mejoras reales para la sociedad sin pedir lo imposible.
Por un lado los precios están aumentando de una forma poco conveniente para unas familias ya de por sí muy ahogadas por la situación social y a las cuales el único panorama que se les presenta es una probable inflación de los impuestos que exige Europa a los países económicamente más atrasados.
Con un paro creciente, una economía que pese a despegar no logra llegar al mínimo crecimiento para asegurar un descenso del paro, España sigue en una situación crítica pese a lo que el gobierno u otros estamentos piensan (o quieren hacernos pensar). Conviene una aplicación de medidas precisas orientadas a devolver el poder a las personas y no a un sistema económico cuya incapacidad para solventar problemas ha sido más que verificada en los últimos años.
Fuentes:
Gráficos de elaboración propia a partir de estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es)
2 comentarios:
Buenas Sobe,
Estoy de acuerdo con lo k dices en el articulo, creo k los datos hablan por si solos. Solamente queria apuntar otra posible causa por la cual IPC y paro aumentan conjuntamente; la economia sumergida. Esta, representa el 17% del PIB (El Pais 03/03/2011), que no es poco. Esta economia basada en el dinero negro seria la encargada de mantener actualmente una sociedad con menos poder adquisitivo.
Felicidades por el articulo.
Alex
Sin lugar a dudas. Por no hablar de las connotaciones a largo plazo de la economía sumergida: menos dinero "declarado" y por tanto impuesto con lo que el Estado finalmente recibe menos dinero en sus arcas.
Enfin, en España hace falta un cambio radical. No se si éste pasa por la "revolución" del 15-M o por otro camino pero la sociedad ha perdido demasiadas posiciones frente a los poderes económicos. Y no puede ser.
Gracias Alex! Seguimos en contacto.
(Semana que viene: entrada de música)
Publicar un comentario