En la última entrada sobre Grecia se trató uno de los puntos sobre Grecia: la opresión que está ejerciendo Europa y las finanzas sobre el país heleno. Hoy, es importante contemplar una opción plausible: la partida de Grecia de Europa. ¿Por qué debería tomar una decisión tal el gobierno griego? y ¿qué consecuencias positivas o negativas tendría esa decisión para ellos y Europa?
Grecia está atravesando una crisis global a toda escala. Crisis social, crisis política, crisis financiera privada, crisis financiera pública y lo que es peor: crisis de identidad. Y este es precisamente el tema de este el objeto de la entrada de hoy. Tras tres años de crisis para la sociedad Griega
El camino de seguirá Grecia en el futuro está en plena gestación en estos momentos y nadie sabe con certeza qué decisión acabará tomando Grecia: ¿seguir en Europa? o bien ¿abandonar a quien ha abusado de poder y hasta le ha robado parte de su soberanía? Cada lado tiene su ventajas y desventajas pero si bien se nos hace mucha propaganda sobre los beneficios que tiene Grecia en quedarse en Europa, poco se dice sobre las cosas que le esperan alejada del Euro.
Europa, aliado fuerte
Es indudable que hasta hace escasos dos años, Grecia (como España, Portugal, Irlanda) han logrado salir del ostracismo y la más absoluta miseria gracias a Europa. Lo mismo ocurrió al principio con Francia, Alemania e Italia. Y no cabe la menor duda de que se ha demostrado que la unión hace la fuerza. Programas industriales en diversos sectores como el automovilístico, aeronáutico, farmacéutico y otros que están a la altura e incluso superan los programas y grupos Norteamericanos.
De no ser por los fondos y los programas colaborativos de los que Grecia y otros han disfrutado durante su estancia Europea jamás nadie les habría permitido convertirse en parte de una entidad que a nivel social marca el equilibrio entre el devastador neo-liberalismo de América y el despotismo militar de China.
Durante el periodo 2005 a 2010, Grecia ascendió tres puestos en el ranking de los estados con mayor Indicador de Desarrollo Humano (IDH) y incluso se situaba en 2010 con un IDH superior al de Italia. 0,855 era el valor en 2010 de este indicador y situaba a Grecia con un mejor nivel de vida que Italia, Reino Unido, Luxemburgo y Austria entre otros. En efecto, Grecia incrementó el gasto público en educación, sanidad y demás servicios sociales.
Pero todo esto hasta hace tres años. Un giro brutal ocurrió con el principio de la crisis: Europa pasa de dar dinero al gobierno y de permitirle desarrollarse a restringir las ayudas (destinando dichas ayudas tan solo para el pago de la deuda y por tanto al sector bancario de inversión que no está pasando por ninguna crisis), obligar a recortar gastos sociales, imponer una expropiación de soberanía nacional…
Tras tres años de crisis, la población griega comienza a contemplar la opción de abandonar a Europa: el odio contra Alemania no deja de incrementar y mientras la pobreza no cesa de crecer, los líderes de traje y corbata con Mercedes-Benz exigen más esfuerzo a una población que poco o nada tiene que ver con la crisis.
Lo que le espera a Grecia fuera de Europa
Al margen de partidos que deseen responder a esta demanda social de separación de Europa con argumentos absurdos como por ejemplo odio racial, expulsiones por origen étnico o bien la implantación de sistemas anticapitalistas como el comunismo de los goulags, podrían existir otros argumentos más solidos que quizá podrían atraer al futuro gobierno griego…
Pero no hay que olvidar que la austeridad en épocas de depresión podría ser contraproducente (insisto). Hay cada vez más pruebas de que es contraproducente incluso desde un punto de vista puramente fiscal, ya que la combinación de una disminución de los ingresos debida a una economía deprimida y unas peores perspectivas a largo plazo reduce la confianza del mercado y hace que la carga de la deuda futura sea más difícil de manejar.
La opinión del FMI: Grecia saldrá del Euro si no se cumple el plan de ajuste
La idea “germen” de esta idea es la posibilidad de que no se cumpla el ajuste que Europa exige a Grecia. Tras la entrega del segundo paquete de ayudas a Grecia, una ayuda conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Unión Europea (UE), el análisis de riesgos del FMI apunta a que Grecia no tiene margen de maniobra para afrontar impactos económicos negativos. Por ese motivo, se obligó a Grecia a ceder parte de su soberanía para que los representantes de la UE, el FMI y del BCE se cercioren de que el Estado Griego no se desvía del plan estructural fijado. El riesgo de bancarrota es, siempre según el FMI, extremadamente alto.
Aún así, según esta entidad, un desliz del plan, una rebaja de la nota sobre la deuda, un movimiento social organizado u otros imprevistos podrían generar una salida desordenada de la Unión Europea y del Euro. Y si bien disponer de nuevo de su propia moneda pudiendo quitarle valor y atrayendo así inversores extranjeros, el FMI asegura que esta salida no sería beneficiosa para Grecia: el déficit se monetizaría y la inflación aumentaría sensiblemente ejerciendo una presión sobre los salarios y otros costes, anulando por tanto la ventaja que le daría el control del valor de la moneda al gobierno griego. El riesgo se contagio a otros países Europeos sería alto… En definitiva, una salida de Grecia podría ser el fin de Europa.
Pero todo esto se funda en una idea equivocada: la seriedad y control fiscal aumentaría la confianza de los mercados cosa que se prometió al principio de la crisis desde el FMI y a posteriori por cada gobierno que se decidía (o se veía obligado) a aplicar las medidas. Pero tres años después eso no ha ocurrido y los mercados ya no tienen confianza en el ajuste presupuestario.
La hipotética salida de Europa de Grecia
Se pueden plantear una pregunta: ¿Qué solución o alternativa les queda a Grecia o Irlanda en estos momentos? Únicamente la salida del Euro. En definitiva, o se sigue el dogma impuesto por Alemania y el BCE o se sale de Europa. No obstante, esta medida es extremadamente drástica y ningún gobierno la puede tomar mientras que la otra vía no se haya agotado hasta su final. Pero en Grecia, la vía de la rigidez fiscal y el control extremo con sus recortes se está agotando a toda velocidad y parece inevitable, a día de hoy, que Grecia siga en el Euro dentro de cinco años…
Alemania, el BCE y los bancos financieros podrían reducir la necesidad de partir del Euro si exigiesen menos austeridad, método que ha demostrado ser inútil, y permitiendo que los fondos de ayuda sean empleados en Grecia y no se utilicen para devolver deuda a bancos extranjeros. La idea debería ser reactivar la economía. Pero la dinámica en la que nos encontramos no lo permite y se imponen, por decisión de entidades financieras que ejercen un lobby muy poderoso sobre los gobiernos europeos, planes de austeridad que solo benefician a los bancos. Sí así es, la sociedad europea no ve mejora alguna, al contrario, se degradan todos los servicios sociales, se impone el copago sanitario (una auténtica barbaridad en un estado de bienestar), se reducen pensiones y todo se encarece. Pero los bancos financieros ven su indicador: “riesgo de impago” reducido y eso les basta.
A día de hoy, economistas y analistas independientes o extranjeros a Europa, ven inevitable la salida de Europa de Grecia. La variable en estos momentos es únicamente el momento en que esta partida ocurrirá. La controlan únicamente Alemania y el BCE con su manivela de presión. Si Grecia parte, otros partirán y Europa como tal tiene por tanto los días contados. Dar tiempo para que Grecia reactive su economía con un plan realista y dedicado a ello y así evitar el posible desmoronamiento de Grecia depende exclusivamente de los bancos y de Alemania, el FMI y el BCE. Un exceso de presión sería fatal.
¿Que espera a Grecia fuera de las fronteras de Europa?
La respuesta es simple: Rusia y China y de momento. Más países podrían mostrarse interesados por la situación de Grecia.
Grecia tiene todo interés en permanecer en Europa: 170.000 millones de Euros prestados a bajo nivel de interés de los cuales 130.000 millones salen de los presupuestos de otros estados europeos. Sin embargo, como se describe en el apartado anterior, Grecia está en la senda del alejamiento de Europa. El plan de ajuste financiero impuesto y las elecciones vinientes van, con alta probabilidad, a insistir en que Grecia permanezca en esta vía de distanciamiento.
Este distanciamiento interesa a las potencias emergentes que esperan ansiosas esta partida e incluso comienza a proponer ofertas comerciales para decantar la balanza definitivamente. Una empresa comercial (transporte marítimo) de China ya opera regularmente el puerto del Pireo pagando sin exigir otra compensación que la de usar el puerto. El grupo energético ruso Gazprom espera la privatización de la empresa de gas pública griega para adquirirla y proponer posteriormente una oferta de alquiler del puerto de Atenas. Atención al dato: si Grecia accede a esa oferta, podría obtener cerca de 200.000 millones de Euros en un contrato de entre 30 y 50 años. Más de lo que Europa le ha dado y en este caso sin ajustes detrás…
Lo importante tras ello es que Rusia, a través del puerto de Grecia, tendría una alternativa a los puertos sirios de Latakia y Tartus en su actividad estratégica de transporte de gas y petróleo. Esta alternativa le daría al recientemente electo Vladimir Putin, fuerza e incluso le permitiría prescindir del difícil aliado sirio Bachar El Asad al que en estos momentos, el Kremlin se ve obligado a soportar. Este asunto ya tiene número de serie en el Gobierno Ruso.
El camino que tome Grecia será una conclusión del entorno
En mi opinión, Grecia tiene más interés en quedarse integrada a Europa. Su partida le dejaría sin aliados fuertes en esta crisis y establecería lazos exclusivamente económicos con países que nada tienen que ver con el país heleno y que no ven más interés en él que los bajos precios a los cuales está dispuesto a acceder tras el huracán que acaba de pasar por el país. En otras palabras: cuando deje de interesar o si los fondos entrantes no se aprovechan correctamente, no habrá nadie para ayudar a Grecia.
No obstante, hay que ver esta situación como un balance, un equilibrio, en definitiva, como una balanza. Como ya se trató en la última entrada, es posible pensar que las exigencias Europeas hacia Grecia sean excesivas así como los objetivos fijados. Son muchos los economistas que piensan que la reducción del gasto en épocas de crisis no es conveniente y Grecia es la prueba: si, tras tanto recorte, se inhibe la iniciativa en creación de empresa, se genera más paro, se evita el consumo y otros, no se logra arrancar el sistema económico que tan solo se ralentiza con cada nueva exigencia y recorte.
Es concebible y lógico pensar, por tanto, que tras tanta exigencia y apremio por resolver una situación que no se solventará por este camino (ya llevamos tres años de crisis y Grecia no ha hecho más que empeorar su situación) la población griega y el gobierno tomen la decisión de alejarse de Europa. A Europa no le conviene por el temido efecto dominó y por el riesgo de pérdida de credibilidad geoestratégica a los ojos de Estados Unidos y del BRIC que verían a Europa como un conjunto difuso en plena descomposición. A Grecia tampoco le convendría pero no cabe la menor duda de que ofertas tentadoras no le faltarán para desequilibrar la balanza hacia el camino solitario.
Que el país tome la senda solitaria en lugar de la Europea podría ser una decisión influenciada por Rusia y China pero también por el comportamiento que Europa tenga respecto a Grecia. Y lo primero en cuestión es percatarse de que si se requiere reactivar la economía griega, no es acabando con su población que se logrará: la sociedad es quien, al fin y al cabo, reactivará la economía. Extenuarla podría no ser el camino adecuado para ninguna de las partes… Alemania y los bancos tienen la decisión final.
Fuentes:
El País – edición digital – El FMI dice que Grecia saldrá del Euro si no cumple el ajuste (http://economia.elpais.com/economia/2012/03/17/actualidad/1332020674_396964.html)
El País – edición digital – Paul Krugman, Lo que significa Grecia (http://economia.elpais.com/economia/2012/03/16/actualidad/1331927627_100220.html)
Financial Times – edición digital – Ian Bremer, (http://blogs.ft.com/the-a-list/2012/03/21/greece-could-replace-syria-as-russias-mediterranean-friend/?Authorised=false#axzz1sj4PCq6v ; http://blogs.ft.com/the-a-list/2011/06/29/greece-has-escaped-collapse-but-its-problems-are-only-beginning/?#axzz1sj4PCq6v)
No hay comentarios:
Publicar un comentario