domingo, 20 de noviembre de 2011

La demanda agregada, o cómo pensar en global y estable

06economic_5-650

En diversas ocasiones se piensa en el equilibrio Oferta-Demanda para solventar los problemas por los que occidente está pasando en estos momentos. Lograr un aumento de la demanda social podría solventar el sistema económico de un país al asegurar que los productos producidos tendrán una salida, serán vendidos y por tanto, “la rueda volverá a girar”. Si se logra aumentar el consumo privado, todo volverá a funcionar dicen algunos…

No obstante, esta visión es extremadamente reduccionista y simplifica la complejidad del sistema económico nacional (y a una escala más importante, del sistema económico comunitario o incluso mundial) a equilibrar dos aspectos que dejan de lado elementos tan importantes como la inversión privada o el gasto público.

Y para tener estos aspectos en cuenta, muchos economistas y asesores recomiendan tener en cuenta la Demanda Agregada (DA) para considerar una visión más global respecto al crecimiento futuro y las estrategias a tomar de ahora en adelante. De este modo, tanto el consumo privado, la inversión privada, el gasto público como las exportaciones netas se tienen en cuenta en un modelo que permite relacionar el consumo de un país con su tasa de paro permitiendo establecer en consecuencia políticas económicas más efectivas.

 

La Demanda Agregada: ¿Qué es y cual es su relación con la oferta agregada?

En efecto, la Demanda Agregada se calcula como la suma del Consumo Privado (C), de la Inversión Privada (I), del Gasto Público (G) y de las Exportaciones Netas (XN):

image

Se entiende fácilmente por tanto que la DA contempla lo que comprarían todos los agentes de la economía (consumidores, empresas, estado y extranjeros) a diferentes precios manteniendo constante el tipo de cambio, la riqueza financiera de las familias, las expectativas… Se puede saber qué requiere el conjunto de un país y sus compradores extranjeros para cada nivel general de precios.

Por otro lado, es necesario tener en cuenta la Oferta Agregada (OA) para obtener el equilibrio en el que se encuentra un país asociando esta OA a la DA. Más detalladamente, el equilibrio entre Oferta y Demanda agregadas puede ser a corto o largo plazo. En el primer caso, la Demanda Agregada se iguala a la Oferta Agregada a corto plazo. La demanda se iguala por tanto a lo que el conjunto de las empresas ofrece a un nivel general de precios dado suponiendo que los precios de factores de producción (trabajo, transportes…) se mantienen constantes. Se iguala lo que se desea a lo que se ofrece en un momento dado.

A largo plazo, la Oferta Agregada a largo plazo permite igualar la Demanda Agregada a la oferta que propondrían las empresas tras equilibrar su producción para ajustar un hipotético exceso de demanda u oferta en un determinado factor de producción. En este caso se consideran los precios de dichos factores productivos totalmente flexibles. Se responde a la pregunta de cuál será la oferta tras equilibrar todos los elementos de una empresa.

El conjunto DA-OAC.P. y DA-OAL.P. cobra sentido cuando se cotejan los equilibrios sobre un gráfico que contemple un indicador que agregue los precios de todos los bienes y servicios (el índice general de precios) y otro que agregue el conjunto de bienes y servicios producidos (el producto interior bruto real). Se obtiene el siguiente gráfico genérico que permite conocer cuál es el punto de equilibrio a corto y largo plazo:

image

En el largo plazo, se tienen en cuenta la variación en los precios de los factores de producción aplicados para reequilibrar una situación inestable en el corto plazo. Por ejemplo, si para llevar a cabo un ajuste de la oferta y la demanda a corto plazo es necesaria una reducción de la producción, ello inducirá a largo plazo una disminución de los precios generales del, por ejemplo, 10%. Por tanto, a largo plazo, el precio del factor de producción “trabajo” (los salarios) disminuirán en la misma proporción. Una vez se han tenido en cuenta estas variaciones de los factores, se puede alcanza el equilibrio a largo plazo. Dicho equilibrio consiste básicamente en una variación de las curvas DA y OA inducidos por los cambios en los factores de producción que les afectan respectivamente.

De este modo se pueden alcanzar diversos objetivos. El primero es entender cómo afectan los cambios de los precios en las futuras variaciones de los salarios. En segundo lugar, permite comprender en qué punto se encuentra la economía de un país respecto a su potencial máximo. El tercero es comprender de qué forma se va a comportar el Nairu (o tasa natural de paro).

 

El NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment)

El NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment) es la tasa de paro natural de una economía dada cuando ésta se encuentra trabajando en el PIB potencial (PIB de equilibrio entre la Oferta Agregada a Corto Plazo y el Largo Plazo). Es decir, si la producción real de un país (PIB real) coincide con la producción de equilibrio (PIB potencial), el paro asociado a esa economía será la tasa de paro natural.

image

Como muestra éste gráfico, si la economía de un país trabaja por encima de su potencial, la tasa de paro será obviamente menor que la tasa de paro natural en el momento de la medida (para ir más allá de la producción estándar, es necesaria más mano de obra) pero existirán presiones que inducirán una bajada de los precios (para alcanzar el nivel de equilibrio) y un aumento de los salarios. Ocurrirá el caso inverso en una situación en la que los precios estén por debajo del nivel de equilibrio y por tanto la producción sea inferior a la producción natural.

 

Los riesgos de gestionar mal la situación actual de crisis

Tras esta contextualización presentada, es más fácil comprender porqué las medidas que se están tomando actualmente podrían suponer un riesgo enorme para el futuro de la economía de un país.

Supongamos el ejemplo de la economía de Hong Kong que sufrió una crisis durante los años 2000 y 2002. Una multitud de negocios y empresas cierra sus puertas ante la imposibilidad de competir contra la economía China (competencia continental) provocando un gran aumento del desempleo.

Lo que ocurre es sencillo: aumentan las importaciones desde China mientras que disminuyen las exportaciones hacia el exterior de Hong Kong debido a la competencia China y al cierre de empresas en la Región Administrativa Especial de China. El componente “Exportaciones Netas” de la Demanda Agregada disminuye sensiblemente y por tanto, la curva de la DA se desplaza hacia la izquierda (sufre una disminución). El punto de equilibrio, suponiendo una Oferta Agregada a corto plazo constante, se desplaza hacia la izquierda y el PIB real de equilibrio disminuye. La distancia hacia el PIB potencial aumenta y por tanto, aumenta el paro.

Y he aquí el riesgo que se presenta tanto en Hong Kong como en la Europa actual. Los diferentes gobiernos se sienten muy presionados por el aumento de su déficit público y las consecuencias que éste tiene sobre la fiabilidad mostrada por el país. Un estado con un déficit demasiado grande genera desconfianza y provoca que las agencias de calificación y algunos Estados presionen para que este déficit sea reducido. Es el caso de Grecia con todas las agencias calificadoras y Alemania, cuyo gobierno no deja presionar para que el gobierno griego reduzca su déficit.

Obviamente, la reducción de un déficit creciente es una prioridad pero la forma en que se lleve a cabo es un riesgo que debería contemplarse antes de lanzarse en grandes reformas fiscales. Por ejemplo, un aumento de los impuestos como el que se está proponiendo en muchos puntos de Europa podría provocar una disminución del poder adquisitivo de las familias que ante un mismo salario deben pagar más a su Estado. Lógicamente, con una menor renta disponible tras el pago de los impuestos, el consumo va a disminuir haciendo disminuir de nuevo la Demanda Agregada. ¿Ante qué conclusión nos enfrentamos? el aumento de los impuestos, la rebaja de las ayudas sociales o cualquier otro elemento que disminuya la renta disponible para el consumo de las familias o que ahuyente la inversión privada tan solo va a generar una Demanda Agregada menor y por tanto agravará todavía más la crisis.

 

La solución al problema

krugmanbig10121Muchas personas piensan tras haber experimentado las consecuencias de la crisis que todo lo que se había vivido previamente responde a una situación ficticia y falsa de una economía que produjo algo irreal. Ciertamente, esta apreciación es falsa y procede de confundir demanda con oferta.

Según Paul Krugman, las economías previas a la crisis produjeron sin lugar a dudas el PIB real que reflejaban las estadísticas pero quizá dicho PIB se situaba por encima del PIB potencial de las economías en cuestión. En todo caso, la inversión que generó esa demanda estaba financiada por deuda perteneciente a inversores que ya no pudieron seguir invirtiendo del modo en que lo hacían antaño por la soga de la deuda a la que estaban sometidos.

Pero ello no significa que la capacidad productiva ha desaparecido, tan solo significa que si se desea seguir con esta capacidad (o quizás una mejor ajustada al PIB potencial) es necesario encontrar nuevos inversores que mantengan la capacidad financiera previa a la crisis. El crecimiento previo a la crisis no fue ilusorio pero se requieren políticas que aseguren el mantenimiento de esta capacidad de gasto.

En otras palabras, se necesita una visión más global de la economía que podría verse aportada por la comprensión de la demanda agregada. Tener en cuenta todas las variables que componen la demanda agregada es sinónimo de contemplar una realidad mucho más compleja y precisa que la simple “demanda” de la persona de a pié.

Desde el punto de vista del empleo, es necesario reconsiderar la visión actual puesto que no solo las empresas privadas generan empleo (y dinamismo económico). Y por lo tanto, las medidas a aplicar no deben ir únicamente encaminadas a facilitar la contratación a las empresas.

 

Curación automática y curación de Keynes

0 RLos economistas se enfrentan a dos visiones diferenciadas. La primera, que podría calificarse de visión “clásica”, contempla una reestructuración automática de la economía. En otras palabras, un acercamiento progresivo entre la Demanda Agregada y la Oferta Agregada que convergería poco a poco hacia el punto de PIB potencial. Punto en el que el país produciría un PIB real equivalente al PIB potencial y la tasa de paro sería la mínima del país.

La segunda visión corresponde a la visión llamada “keynesiana” (John-Maynard Keynes, en la imagen) que aboga por un Estado que fomente la convergencia de la economía descrita en el párrafo anterior: la economía requiere de una ayuda del Estado para alcanzar el punto de funcionamiento óptimo. El caso de la segunda guerra mundial le permitió a Keynes demostrar que un aumento de los déficits públicos o una disminución de los tipos de intereses podría hacer recuperar la confianza en los mercados y mejorar así el sistema económico, la demanda agregada y a la postre el país.

Pero todo ello pasa por una sensibilación previa de los riesgos de supeditar toda una economía a un sector ligado a una burbuja. En el caso de España a una burbuja inmobiliaria que ha sido un elemento agravante en la oleada mundial de crisis económica. En efecto, si al sucumbir ante una crisis un país no puede traducir los apoyos gubernamentales (si es que los hay) en progreso por falta de infraestructura, la situación se vuelve todavía más crítica.

No obstante, en este artículo se ha aportado un argumento económico que intenta demostrar que el pueblo no tiene por qué recibir las consecuencias de la crisis por dos motivos: el primero, moral, por su inocencia en el desencadenamiento de una crisis que han generado las esferas político-económicas (gobernantes permisivos, agencias incompetentes, especuladores, constructoras…). En segundo lugar porque si existe una forma de salir adelante de la crisis, esta pasa por un aumento del consumo general de una nación cualquiera y por ello, una visión de aumento de salarios y una ayuda gubernamental son necesarias para concebir este alza en el consumo social. Tan solo con un aumento de la demanda agregada el PIB puede acercarse de nuevo al PIB potencial y mejorar así las condiciones económicas y geopolíticas de un país.

La solución a la crisis, notablemente en Europa, podría no pasar por una reducción de las ayudas sociales y un aumento de los impuestos en vistas a reducir el déficit público de los componentes comunitarios.

Fuentes:

Economía, Parte II – DOE, ETSEIB, edicions UPC (Montserrat Santsalvadó Tribó, Lucas Van Wunnik)

Paul Krugman blog - http://krugman.blogs.nytimes.com/2011/01/19/a-note-on-aggregate-demand-and-aggregate-supply/

No hay comentarios: