lunes, 29 de noviembre de 2010

Radiografía de Cataluña

Domingo 28 de Noviembre 2010. El escrutinio de los votos termina en la Cataluña de las elecciones. Antes de entrar en materia, es interesante destacar que estas elecciones han tenido el poder de desplazar el mastodóntico “clásico” entre el FC Barcelona y el Real Madrid por culpa de dos factores: el problema técnico de la falta de agentes de seguridad para cubrir los dos acontecimientos y el problema mental del miedo a que muchos votos no se contasen o se olvidasen porque el personal encargado del recuento se ha ido ver el partido. No obstante, más allá de los detalles coyunturales, estas elecciones han hablado mucho sobre el plano político en Cataluña. Obviamente surgen dos preguntas de vital interés para la sociedad catalana. ¿Qué suponen estos resultados a nivel social? y ¿cómo interpretarán estos resultados los políticos de alto escalafón?

El primer tema a abordar y quizá el más patente es el duro golpe propinado al tripartito. De todas las fuerzas parlamentarias presentes en el graderío catalán, tan solo tres partidos que forman el tripartito han perdido votos. En primer lugar, Iniciativa per Catalunya – els Verds han obtenido el golpe menos duro del pueblo hacia el tripartido: un descenso del 17% en sus escaños. Con un resultado un poco más abultado se encuentra el Partido Socialista que ha pasado de tener 37 escaños a disponer de 28 escaños. Un descenso del 24%. Por último se encuentra el partido que más ha sufrido el desplome del tripartido: Esquerra Republicana de Catalunya. Este grupo electoral ha visto sus escaños divididos por dos.

De esta primera observación podemos concluir el claro rechazo al tripartito por parte de la ciudadanía. Pero la advertencia de la sociedad no ha sido orientada únicamente hacia el tripartito como conjunto sino que se ha centrado con los partidos políticos que lo componían: PSC, ERC y ICV-EUiA han quedado inhabilitados a título personal. El mensaje parece haber sido bien entendido por los políticos de estos partidos. Pese a las palabras de orgullo de cada uno de los candidatos de estos partidos, cada uno ha reconocido su error o su obsolencia: Montilla (PSC) abre la puerta a su “no presentación” en el próximo congreso del partido (es decir, dimite). Puigercos (ERC) alaba a CiU y propone un enclaustramiento de crisis en el seno del partido. Es consciente de que un cambio de actitud, filosofía y programa es necesario para volver a atraer al público. Con ERC, el independentismo pierde mucha fuerza el en Parlament.

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En el otro lado de la balanza se encuentran los partidos de centro-derecha. Por una parte, el Partido Popular ha regresado a la tercera fuerza política (posición que dispuso hace dos legislaturas) con un aumento del 29% de los escaños en el Parlament. Sanchez-Camacho ofrecía pocas esperanzas pero su resultado es a nivel autonómico y también estatal vital para la cúpula del Partido Popular. Y finalmente el claro vencedor de la noche: Convergencia i Unió. Partido liderado por Artur Mas y contando en sus filas con el carismático Durán i Lleida han alcanzado la primera plaza de esta carrera electoral. Recordemos que CiU ya ganó las dos últimas elecciones parlamentarias pero que los pactos ajenos a su partido les destronaron de la presidencia. Todo indica que ésta vez, CiU tendrá un presidente de la Generalitat desde Jordi Pujol. 

Auge de la derecha catalanista y de la centralista, este resultado tiene unas connotaciones muy profundas que van más allá de la elección de un partido político que poco podrá hacer para hacer sentir a la población un cambio en algún punto de su vida. Se ha penalizado al grupo que aseguraba “socialismo” y “igualdad” para hacer prevalecer un grupo que se apoya en el “capitalismo liberal” y la “eficiencia”. La sombra de la crisis es muy vasta y la necesidad de una confianza (no solo en los mercados financieros, si no en el día a día del ciudadano también) más exacerbada a nivel político es necesaria para una ciudadanía que acaba de cambiar los Ideales a los Resultados.

Así quedan las cosas a partir de hoy:

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imageLos comicios pueden considerarse muy buenos a nivel social puesto que se ha alcanzado una participación del 59,95%, un resultado próximo al 60% que no es nada desdeñable comparado con otro tipo de elecciones o votaciones… De estos resultados se pueden extraer diferentes conclusiones: en Barcelona, la idea del nacionalismo no cuaja (SI ha sido la última fuerza política y ERC la penúltima en número de votos en la Ciudad Condal). Para este ideario, una revisión de los cimientos es necesaria si se quiere optar al liderato de la ciudad más importante de Cataluña. En Girona y Lleida, CiU ha obtenido más de la mitad de los votos y a nivel global, el partido de Mas dobla el número de escaños del competidor directo: el PSC.

Pero ir más allá de estos resultados es importante. La clara existencia de la evolución cíclica de la política le retira cierto misticismo a la victoria de CiU. El gobierno anterior estaba tremendamente desgastado, sin unión entre sus componentes y en clara crisis interna. El agravante de la crisis mundial y en concreto su traducción en el marco Español han acabado con las esperanzas del tripartito y han “regalado” este nuevo ciclo a CiU.

Otro punto a destacar es la necesaria pregunta que ciertas personas se han planteado y que considero muy notoria: ¿De qué sirven uniones entre partidos políticos sin coherencia en los idearios?. Hasta ahora, PSC-ERC-ICV formaron un gobierno que si bien tenía un marco de izquierdas, mezclaba estilos que nada tenían que ver entre ellos. Estos partidos renunciaron a negociar con CiU que había sido el partido más votado y prefirieron asegurar el poder (tan ansiado por la clase política) antes que el raciocinio: ideales de izquierda, socialismo y demás pasaron al olvido para formar un gobierno absurdo que siempre ha terminado en rencillas internas.

El último punto que me gustaría tratar es el de la simbiosis entre mediatización y globalización. Joan Laporta (ex presidente del Barça) que muestra una idolatrización del líder, los debates al más puro estilo Live USA, la creciente preocupación por la imagen del político, el photoshop… Las personas están buscando cada vez más la carcasa más que el interior. Esta frase puede parecer un tanto romántica o pesimista pero atención con el futuro: las personas no parecen darse cuenta que cada vez más, el político es una figura más y más inútil. Las tendencias geopolíticas de estamentos superiores (Gobierno Español, Gobierno Central Europeo u otras entidades mundiales: FMI, OMC…) al Gobierno Catalán impondrán unas normas escritas o no que no podrán ser debatidas. Por otro lado, el poder económico-empresarial, que es quien realmente alimenta y mueve un país, va a ir aumentado su poder y debilitando a la clase política vista como un estorbo para ellos. El político se reduce finalmente a debatir si se prohibe la venta de alcohol a partir de las 23:00 o si de puede o no fumar en un local en lugar de centrarse en reanimar la economía de una forma sostenible y social, de progresar en un modelo que fije al ciudadano como centro de atención de forma, clara y llanamente, a plantarle cara al grupo empresarial.

Caminemos hacia un liberalismo social (de izquierdas o derechas) y olvidemos el neocapitalismo devastador modelizado en Estados Unidos. Y esto se logrará con una sociedad comprometida que exija a sus dirigentes una mayor clarividencia, menos estilismo y más coherencia política. En lugar de debatir si tal o tal político ha ganado un debate televisado porque su manera de hablar y su corbata eran mejores, miremos dos cosas: las promesas (que por sí solas no significan nada en política) y el plan de ejecución de dichas promesas. Entre estas dos cosas debe haber coherencia, ciudadanos y humildad.

Fuentes:

El País (edición digital: www.elpais.com), elPeriodico (edición digital: http://www.elperiodico.com)

3 comentarios:

Shackur dijo...

Solo decir que el nacionalismo si cuaja en Barcelona (y en toda cataluña) lo que no cuaja es el independentismo radical de ERC y SI, pero CiU se ha declarado claramente nacionalista diciendo que buscaran un modelo de financiación como el de navarra.

Por otra parte el tripartito no fue tan malo, ni se juntaron partidos incoherentes, ambos eran de izquierdas, ideas sociales y económicas similares, el pueblo les volvió a escoger para su segunda legislatura, así que mal no debían ir. En la segunda ya es distinto, si que fue a peor con el añadido de la crisis que cambiará el color político de todos los países lo hayan hecho bien o mal.

Alejandro Soberano dijo...

En primer lugar gracias por el comentario.
Es cierto que probablemente me haya expresado mal con el término nacionalismo. La palabra más adecuada podría haber sido nacinalismo radical como dices.
Sobre lo del tripartito en cambio, si creo que hubo incoherencia. De nuevo en la 2ª legislatura no se les eligió a ellos: el partido ganador fué CiU y los tres partidos del tripartito marginaron a este grupo sin darle ninguna opción a negociar (no congenio con las ideas de CiU pero no me parece responsable la actuación del PSC). Sobre la coherencia: no por ser de izqueirdas uno es igual a otro de izquierdas. Y aún más en un contexto tan variado como el Catalán. Nacionalismo, independentismo, verdes, socialistas... Muchos colores para un mismo gobierno. La prueba: las constantes trifulcas internas y el desapego en los últimos meses. Sobre su gestión: hablamos del PP y ciertamente han sembrado mucha mierda pero el tripartito no se ha quedado corto con sus asuntos de corrupción, su silencio ante el caso Millet...

Shackur dijo...

Da igual quien gane las elecciones, en el sistema parlamentario actual, lo que cuenta es la suma de escaños. CiU tuvo todas las oportunidades que quería de negociar (no se le marginó como ellos quieren hacer creer), pero no consiguió sumar apoyos (ninguna combinación conseguía sumar escaños suficientes) y maragall, y posteriormente montilla, sí. Esto es así y se sabe antes de las elecciones, no vale quejarse después. Es como decir que en las elecciones al parlament 1998 (el año no estoy seguro, las que perdió maragall contra pujol) tenía que ganar maragall xq tenía más votos. NO, pues no todos valen igual y esto se sabe antes de empezar, no hay trampa ni cartón.
La posición de Mas fue muy victimista (y de todos los que le votaron) y casi se criminalizó que no saliera Mas presidente por culpa del tripartito. Este sistema puede gustar más o menos, pero es el que permite entre otros que no haya el bipartidismo que existe en casi todo el mundo, es el sistema que te permite votar realmente a quien quieres si tirar tu voto, como pasó en Francia en las penúltimas elecciones donde una mayoría de franceses preferían a Jospin que a Chirac, sin embargo tuvieron que votar a Chirac en la segunda vuelta xq todos habían tirado su voto a la primera vuelta.
CiU no dejan de ser dos partidos, con dos líderes bien diferenciados, que presentan lista conjunta. Que diferencia con presentar listas separadas y luego juntarse ?
Una coalición entre CiU y ERC sólo hubiera tenido un punto en común, el nacionalismo, y bastante débil pues unos son moderados y otros apuestan por la independencia total.
Hay que ver las cosas como son y ver que esto no es estados unidos, o francia ... aquí funciona diferente, no es presidente quien obtiene más votos. Piensa que si CiU hubiera podido gobernar en mayoria simple (si no hubiera habido tripartito) su margen de maniobra hubiese sido muy pequeño al tener que buscar importantes apoyos (que no tenia) para tirar adelante todas sus medidas. Es eso mejor?
Ahora és distinto, tiene mucha mas fuerza y solo necesita el apoyo de algun partido con con 6 escaños, y puede facilmente tener una posición fuerte con apoyos temporales. Lo hubiera podido hacer en la pasada legislatura? no creo, le hubiera costado mucho más y hubiera sido un desgobierno total. Todo eso es para decir que no hay que ser tan victimista.
Enga sludos