domingo, 31 de octubre de 2010

Irak 2003-2010: la semilla de la guerra empresarial

Durante los primeros años de la guerra de Irak, se emitieron en los cines de todo el mundo películas en las que la visión crítica de los propios americanos sobre Irak y su guerra nos sorprendieron. Llegaron algunas cintas con la bandera de “no se ha publicado en EEUU por la crudeza de lo que muestra”. El ejercicio de la crítica es siempre necesario, loable e imprescindible para el progreso de una sociedad. No obstante, en esas películas se tendía a mostrar el ejército Estadounidense igual de malo que la insurgencia Iraquí (a diferencia de cintas de años anteriores referidas a otras guerras en las que solo el bando opuesto era malvado). Además, al soldado de a pié, se le mostraba como un ser sensible, deseoso de volver a casa con su mujer y sus hijos a pasar los domingos. Pese a ser una crítica, presenta una visión un tanto ingenua de la guerra.

De lo que no se habla en ninguna película, son de varias cosas como por ejemplo los traumas psicológicos, las muertes de civiles, las torturas oficiosas pero sobre todo, todas olvidan las empresas de la guerra: las tropas de mercenarios. En un momento en lo que el único objetivo de la persecución mediática son los crímenes llevados a cabo por soldados regulares de los ejércitos nacionales (que son crímenes en toda regla) se suelen olvidar los soldados que trabajan bajo la bandera del dólar: los mercenarios.

 

Wikileaks está de moda: han desvelado unos archivos secretos de varios gobiernos (Reino Unido, Estados Unidos y aliados incluidos España) en los que torturas, ataques a civiles, fuego sobre personal civil sin motivos o demás barbaridades ligadas a toda guerra eran completamente preparados y premeditados. Pero conviene saber como funciona la metodología en situaciones de guerra:

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Es decir, todos las misiones se describen y quedan almacenadas en los archivos de cada país. Decisión del alto mando será la de ocultar o mostrar a la opinión pública la información. Y de ahí Wikileaks obtiene una información que como hemos podido comprobar existe, pero lejos de las miradas de los periodistas. La función del periodismo de investigación reside en buscar, investigar o recurrir al filtraje para obtener estas informaciones ocultas.

Resultado: Irak ha sido devastado a nivel civil. 4.600 bajas y 32.000 mutilados occidentales, cerca de 105.000 muertes civiles ligadas al combate, destrucción de centrales energéticas, emigración de ingenieros son algunos de los miles de datos que sobrecogen solo al leerlos. A continuación es interesante ver como han evolucionado las bajas en Iraq.

Pero todo esto está ligado a las operaciones oficiales (secretas o públicas, se trata de operaciones de un gobierno que debe rendir cuentas a sí mismo, al mundo y a las personas a través del periodista). Por contra, ¿Que hay de las operaciones llevadas a cabo por personal privado? Expulsada de Iraq, la empresa Blackwater Worldwide se encargaba de llevar a cabo el conocido como “trabajo sucio” con total impunidad y libertad absoluta respecto a la ley local para hacer lo que le plazca con tal de cumplir ciertos objetivos.

Su funcionamiento empresarial es el siguiente: Blackwater Training Center (entrenamiento de tropas), Blackwater Target Systems (producción de dianas), Blackwater Security Consulting (protección y única rama que todavía opera en Iraq), Blackwater K9 (adiestramiento de animales), Blackwater Airships (dirigibles militares), Blackwater Armored Vehicles (blindaje) y Blackwater Maritime Solutions (marina). Combate cuerpo a cuerpo, disparo con rifles de francotirador, espionaje, conducción evasiva son las técnicas adiestradas en el Blackwater Training Center.

Durante la Guerra de Iraq, Blackwater llevaba a cabo operaciones con sus equipos de combate:

  • Helicópteros de observación: MD-530F
  • Helicópteros de transporte e intervención: Sikorski S-92, Bell 412
  • Vehículos blindados: BAe Systems RG-31, Force Protection Inc Cougar H
  • Armamento pesado y ligero para combate de infantería.

En Iraq, el momento de máximo esplendo de estos “vaqueros de oriente medio” se dio en Fallujah. El 31 de Marzo 2004, un convoy con soldados Blackwater que viajaban al aeropuerto, es atacado y los cuatro soldados mueren. Posteriormente, los cadáveres de los soldados fueron colgados en un puente que cruzaba el Eufrates. En Abril 2004, pocos días después el ataque al convoy, un equipo de soldados Blackwater abre fuego contra una manifestación de 400 civiles delante de una base de tropas regulares Americana.

17 asesinatos de civiles iraquíes en Septiembre 2007 durante unos tiroteos en Bagdad, asesinato de una familia de tres personas civiles que viajaban del aeropuerto a la ciudad de Bagdad, acusaciones por parte del gobierno de Virginia de secuestros de personal civil iraquí, tráfico de armas, evasión de impuestos, uso de drogas, prostitución infantil y eliminación de pruebas son algunos de los procesos legales que están abiertos contra la empresa Blackwater.

Paul Bremer, escoltado por detrás por soldados Blackwater privados.

Personal retirado del ejército Español que participó en la guerra de Iraq, recibe constantemente mensajes al correo electrónico de Blackwater para trabajar como mercenario, sin autorización para ceder sus direcciones electrónicas. Y es que Blackwater Worldwide recluta soldados retirados, dimitidos, expulsados o de baja por problemas psicológicos de las filas de los ejércitos de la OTAN notablemente. Es decir, el personal tiene experiencia pero la metodología de combate es intolerable, alegal y distante de cualquier norma de Ginebra.

Algunos cargos del ejército han denunciado estas prácticas al gobierno Español pero ninguna respuesta se ha transmitido. Todo es demasiado oscuro y etéreo para saber a quien atacar diplomáticamente y menos desde un país tratado como comparsa o juguete como España. Desde aquí, poco se puede hacer.

 

¿Cual es el problema de este tipo de operaciones? La respuesta, en mi opinión es la siguiente. Si bien ocultar información es algo tanto común como punible, es necesario que esta información exista. Y esto solo ocurre cuando los gobiernos y los ejércitos regulares son los encargados de llevar a cabo las acciones defensivas u hostiles. Wikileaks y otros grupos periodísticos han logrado filtraciones e informaciones gracias a que dicha información existía y que los gobiernos disponían de ella. A partir de ahí, la crítica necesaria es posible y por ende, aparece tarde o temprano.

No obstante, si la información no existe o bien es de ámbito privado por pertenecer a una empresa, poco puede hacer el periodismo. En general, la impunidad que la falta de información genera induce a la más libre expresión de la guerra y el salvajismo. La CIA los contrató para llevar a cabo misiones de asesinatos selectivos, detenciones extrajudiciales y diversas otras operaciones “sucias”. La privatización de un conflicto armado es el principio de la guerra de corporaciones. El mismo gobierno Iraquí y Estadounidense están investigado las operaciones de Blackwater por supuestas acciones a espaldas de ambos gobiernos: la empresa privada buscaba a toda costa el beneficio por el tráfico de armas a enemigos ajena a la guerra “por la libertad” o “las misiones de paz”.

Para más inri, Paul Bremer (encargado norteamericano para la Reconstrucción de Iraq) firmó la conocida como “orden 17” en la que Blackwater disponía de inmunidad judicial por encima de la ley Iraquí en materia de muertes civiles. Blackwater es la punta del iceberg, pero Estados Unidos, bajo el mandato de George W. Bush ha contratado los servicios de 117 empresas de seguridad. Empresas que vivían bajo la total impunidad y que daban a la administración americana una excusa y un medio de ocultar operaciones que en ningún caso deben salir a la luz (y que probablemente jamás saldrán).

Actualmente, agentes de la CIA y cuerpos diplomáticos son escoltados desde la capital hasta el aeropuerto por las tropas de Blackwater. Es decir: personal americano escoltado por mercenarios. Y es que en Iraq, las personas que asustan, los soldados que matan y torturan son los mercenarios. Y pese a que el contrato con Blackwater no se va a renovar, el daño y el futuro de la guerra más cruel si cabe ya se ha escrito. Debemos replantearnos lo que entendemos por guerra y observar hacia donde tienden los combates. ¿Soldados o mercenarios? ¿Público o invisible? ¿Ley o Impunidad?.

Fuentes:

El País, http://www.elpais.com/articulo/internacional/mercenarios/seguridad/despreciaban/vida/civiles/elpepuint/20101024elpepiint_5/Tes

Wikileaks

Wikipedia

http://en.wikipedia.org/wiki/Blackwater_Worldwide

Blackwater España

http://blackwaterspain.com/home.html

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