Desde hace días en España, estamos viviendo una especie de rencilla urbana que se traduce en forma de huelgas extrañas. Sobre todo porque las llevan a cabo funcionarios… En el artículo de hoy seré breve y quisiera remarcar que no juego con el oportunismo al criticar a los funcionarios cuando yo no lo soy. En artículos anteriores en este blog, he llevado a cabo críticas a mi país, a mi gobierno y a muchas otras cosas a las que pertenezco. Pero la cansina sensación de agobio a la que nos están sometiendo los funcionarios empieza a ser insoportable.
Centrémonos en la huelga total que el día martes 29 de Junio 2010, ha llevado a cabo el metro de Madrid. Motivo de la huelga: bajada del sueldo del 2,5%. Objetivo del paro: paralizar Madrid. Piquetes: sí.
Cuando los funcionarios han visto su sueldo crecer por encima de la media española durante 10 años, no se quejaban ni se preocupaban de hacer que los demás crecieran a su ritmo. Crítica fácil quizás, pero realidad aplastante. Y sin duda, un argumento más para demostrar el egoísmo de los mejor situados en la sociedad.
La huelga general que se prepara para Septiembre tiene mucho más sentido que estas infames e irresponsables huelgas puesto que toda la sociedad se verá representada. Pero dichas huelgas no demuestran más que tanto sindicatos como obreros estamos perdiendo cada vez más el rumbo. En Madrid la ciudad no se detuvo (RENFE, buses y taxis circularon con normalidad) pero las personas que emplean el Metro (entre las que no hay ni los ministros que han llevado a cabo la reforma, ni los empresarios que ahora nos despedirán con mayor facilidad) se vieron obligadas a desplazarse en medios más caros, más lentos y probablemente a llegar tarde a sus empleos. Empleos en los que existe una fuerte demanda y las opciones de despido son exponencialmente más elevadas que en el caso de los funcionarios.
Una carrera en taxi por Madrid sin metro de 4 kilómetros puede costar cerca de 25€ o 30€. Si tenemos en cuenta que en el metro se desplazan personas con menor poder adquisitivo, esta carrera para llegar al trabajo puede suponer el 5% de los ingresos de una persona que perciba 600€ mensuales. Con presupuestos ajustados este 5% significa mucho.
Gracias a los miserables funcionarios que no recuerdan su estatus de años pasados, su seguridad laboral y su situación actual respecto a las personas más desfavorecidas, el sentido de la huelga se pierde. Gracias al pulso que quiere llevar a cabo CCOO contra el Gobierno para demostrar que todavía tiene el control del “pueblo” conlleva que el “pueblo” deje sin transporte al “pueblo” mientras presidente, ministros, alcaldes y directivos sonríen desde sus Mercedez-Benz con chófer.
Le pido por favor a los funcionarios que se percaten de la realidad que les envuelve, que se den cuenta que no van a perder tanto poder adquisitivo como creen, que cumplan la ley (en este aspecto, espero y deseo que los individuos que tenían que velar por el cumplimiento de los servicios mínimos y no lo hicieron sean inmediatamente despedidos) y que por favor, se den cuenta de que la libertad de unos acaba donde empieza la de los demás.
España debe ajustarse, sanear su economía y limpiarse la cara: el gobierno lo sabe (y por eso ha llevado a cabo esta reforma que sin duda alguna, a ojos de un pueblo cegado por las palabras y que olvida los datos, va a hacer que el PSOE pierda las próximas elecciones), y algunas personas también lo saben. Pero los funcionarios parecen no haberse dado cuenta. Solo hace falta una palabra: RESPONSABILIDAD.
Imágenes de El País.com
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