Parecía imposible pero el gran día se acerca, la gran apuesta de Boeing B787 voló por primera vez y el día de su estreno comercial está cada vez más próximo. En efecto, se espera que a finales de 2010 la compañía ANA reciba su primera unidad de esta magistral aeronave. Pese a los retrasos que han surgido a lo largo del programa, parece que esta aeronave va a convertirse en un icono de la tecnología, la comodidad y la apuesta por el desarrollo sostenible. Este artículo intenta esclarecer cuales son las fortalezas, las tecnologías y los aspectos técnicos que caracterizan al 787, aeronave que Boeing necesita tras los difíciles años del gigante norteamericano en el sector de la media y larga distancia (mercado copado por el A330 y A340 de Airbus).
El B787 Dreamliner es una aeronave de transporte de pasajeros, cabina ancha y con una capacidad que oscila entre los 200 y 350 pasajeros en función de la disposición de los asientos y del modelo de avión. En efecto, Boeing tiene previsto ofertar la versión B787-3 (de menor alcance pero mayor capacidad), la versión B787-8 así como la versión B787-9, estas dos últimas muy similares con un alcance muy superior a la versión –3 pero con menor capacidad.
La principal innovación del B787 es el uso de materiales compuestos para la totalidad del fuselaje. Fuente de numerosos problemas esta nueva tecnología ha sido finalmente terminada y aplicada a la aeronave. Las consecuencias de este avance son muy rentables para las compañías: una reducción del consumo de combustible del 20% así como un peso muy inferior al de todos sus competidores (hasta 13 toneladas menos). Los ingenieros de Boeing han considerado que la fórmula mágica consiste en un 50% de material compuesto, 20% de aluminio, 15% de Titanio, 10% de acero y 5% de otros materiales. Esta innovación combinada con el nuevo proceso de fabricación del avión (fuselaje de una única pieza) permite ahorrar 1.500 planchas así como unas 45.000 abrazaderas con el consiguiente ahorro de peso y por tanto de consumo. A nivel de utilización, esta composición permitirá un sistema de mantenimiento basado en una revisión en línea cada 1.000 horas de vuelo, un mantenimiento en base cada 36 meses y una revisión estructural cada 12 años. Cifras record en la actualidad.
Las alas del avión no emplean winglets (puntas notablemente “dobladas” hacia arriba mejorando el comportamiento aerodinámico del avión) si no que están orientas hacia arriba con las puntas ligeramente levantadas. Dicho detalle, combinado con los materiales compuestos mejoran la resistencia y flexibilidad de las alas al mismo tiempo que reducen las turbulencias generadas en la cola del avión. Menor turbulencia, mejor coeficiente aerodinámico y por tanto, mejor consumo.
¿Pero qué notará el pasajero? Muchas cosas. El 787 no solo es progreso en lo que a detalles técnicos se refiere, la cabina de esta aeronave es también objeto de mejoras. El uso de electricidad en lugar de sistemas neumáticos mejorará las prestaciones en vuelo y en cabina. La iluminación interior de la cabina de pilotos y de pasajeros se logra mediante LEDs eliminando las lámparas incandescentes y de neón y permitiendo un alumbrado ambiental. Así, los LEDs ofrecen una iluminación azul marino para vuelos nocturnos, blanca para vuelos de día y naranja para transiciones día/noche. Los pasajeros dispondrán de ventanillas sensiblemente mayores que incorporan un cristal líquido con polímeros que, bajo la acción de un campo eléctrico se oscurecerán o aclararán. Este sistema elimina las persianas tradicionales y permiten ver a través en todo momento sin ser deslumbrado. Mayor espacio para maletas en cabina, ancho de asiento mayor, pasillos más anchos y volumen mayor son otros detalles que diferencian el 787 de sus competidores.
Además, un nuevo sistema de presurización mejora la estancia en cabina. De este modo, si el B787 vuela a 13.100 metros de altitud, la cabina se mantiene a unos 1.830 metros reduciendo el cambio de presión (y por tanto los mareos, dolores de cabeza y taponamiento de oídos entre los pasajeros). Un sistema de filtración de aire permite purificar el aire de cabina eliminando olores molestos y agentes contaminantes. Por último, el 787 es el primer avión en presentar un sistema que permite controlar la humedad en cabina eliminando la sequedad ambiental.
Los pilotos dispondrán del sistema aplicado a los cazas de combate: el Head-Up Display (HUD) que proyecta en los cristales la información básica (como altura, velocidad y posición relativa del avión) y unas pantallas LCD de gran tamaño (12 x 9,1 pulgadas). Cinco pantallas LCD permitirán mostrar información sobre gestión de vuelo, planificación de ruta, navegación, datos primarios, altímetro, anemómetro, horizonte artificial… Un sistema de cálculo aplicado a EFB complementa la mejora en el cockpit permitiendo la gestión, memorizado, cálculo y previsión de consumo de combustible y de ruta según condiciones.
Proyecto enorme que atañe a empresas americanas, europeas y asiáticas (España está representada por la empresa Gamesa e ITP que fabricarán la estructura primaria del ala así como las turbinas de gas de los motores Trent 1000 respectivamente), el Boeing B787 supone un paso adelante que hacía años que no se veía en aviación. Emplea una gran cantidad de nuevas tecnologías que hasta la fecha no se habían planteado. De hecho, los expertos aseguran que en estos momentos, Boeing ha dado un salto equivalente a 5 a 10 años respecto su competidor: Airbus. La compañía europea (perteneciente al grupo EADS), está desarrollando el programa Airbus A350 XWB pero no parece que pueda competir a nivel tecnológico con el 787.
A nivel de compras, el Boeing 787 ha sufrido varias pérdidas de contratos tras los retrasos de la compañía (huelgas de empleados en 2008, problemas estructurales…) pero el proyecto finalmente avanza y la cartera de pedidos asciende a un total de 28 aviones para la versión –3, 616 para la versión –8 y 196 unidades para la versión –9. Competitivo a nivel de costes, superior a nivel de prestaciones y brillante por su apuesta tecnológica, Boeing dispone de clientes como: Aeroflot, Aeromexico, ANA, Continental Airlines, Etihad Airways, JAL International, LAN Airlines, Qantas, Singapore Airlines y Virgin por citar los ejemplos más importantes. En España, la única compañía que comprará el avión es Air Europa con un pedido de 8 B787-8.
En definitiva, Boeing ha apostado por la tecnología y el futuro poniendo en el mercado una revolución aérea más que una simple aeronave. El Boeing B787 es un avión de altas prestaciones y aspira a tomar el relevo del B737 a nivel de éxitos. Esperemos que una apuesta por el desarrollo tenga dos consecuencias: un éxito para Boeing y una prolongación por parte de Airbus (si la primera se cumple, la segunda también se dará) puesto que el principal beneficiado en todo caso es el pasajero.
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