En el marco de las fiestas de la Mercè de Barcelona, este año se ha apostado por una fórmula un tanto diferente. Si bien las fiestas terminaron hace ya una semana, el cierre oficial a todas las actividades de la ciudad se ha firmado hoy. En el borde marítimo, sobre la playa del Bogatell, ha tenido lugar una experiencia única para los amantes de la aeronáutica y los ciudadanos de Barcelona: la Red Bull Air Race.
Si bien en 2006 (última vez en la que el certamen Air Race pasó por Barcelona) la tarde fue un espectáculo, lo de hoy no tiene nombre. La carrera se prometía apasionante: dos pilotos llegan con opciones reales de proclamarse campeones: Paul Bonhomme y Arch Hannes prometían un espectáculo seguro. Y cumplieron su promesa llegando en ambos casos a la ronda final y como siempre llevando este binomio llamado hombre-avión hasta los límites de la resistencia. La tensión del título unida al espíritu aventurero de estos pilotos venidos desde los confines de Australia, directamente desde la Fuerza Aérea Estadounidense, probadores de Airbus y demás han logrado transmitir emoción, pericia y adrenalina intravenosa a todos los espectadores.
Lo destacable de esta nueva edición no ha sido tanto la carrera (la Air Race ha llenado la tarde de adrenalina y emoción) sino la excelente gestión del proyecto de esta tarde. A las 12:55 comenzaba el show: un AV-8B Harrier del ejército del Aire Español hacía la primera intervención. Demostrando su rara virtud: mantenerse quieto en el aire, mirando al público como si de un helicóptero se tratase. Le siguieron la división paracaidista que dieron una lección de comunidad con las banderas de la ciudad, la comunidad autónoma y el Estado. Aviones históricos (mención especial al genial Douglas DC-3), el Junkers de transporte del ejército Nazi y multitud de otros detalles como un Airbus A330 de la compañía Spanair. Y entonces empezó la carrera: descripción del circuito, locutores por el sonido de playa con acento americano, servicios de seguridad por la playa, los pilones a punto… Comienza la Red Bull Air Race.
Este video muestra lo que 15 pilotos han hecho: una auténtica aventura sobre el Mediterráneo. Nuestro único representante, Alex McLean no logró pasar a la segunda ronda por un pequeño fallo al cruzar un pilón en cuchillo. Tras la primera ronda un descanso genialmente aliviado con otra demostración, esta vez de la mano de Brietling: su patrulla Brietling así como otro DC-3 hicieron las delicias de todos nosotros para dejarnos boquiabiertos con los hombre pájaro (paracaidistas equipados con trajes que les permite volar literalmente). Nueva ronda y los dos aspirantes llegaron intactos a las primeras plazas manteniendo sus opciones. Y por fin llegó el último intermedio, esta vez suplido con una brutal exhibición aérea de la mano de un extraño piloto que ponía su helicóptero del revés.
Llegó la ronda final con los dos aspirantes Bonhomme y Arch. Y no defraudaron a nadie. Ajustaron sus bordes de ala a los pilones, y volaron rasando los 10G. Con la magnífica idea de no comunicar a los pilotos ni a los mecánicos (expectantes en Sabadell) el tiempo de cada piloto, hasta el último salió a por la victoria. No valían las tácticas conservadores: había que romper el aire. Os dejo con la duda del ganador: ¿Bonhomme, el inglés de trato pulcro o Arch, el austríaco aventurero?
Queda tan solo concluir, y es que la congregación (que ha durado más de 6 horas a un ritmo trepidante) ha sido un éxito rotundo y sinceramente espero (tengo la sensación que así es) que haya congregado a muchas personas en un evento lúdico bien gestionado, bien organizado y abierto a todo el mundo. Cosa que cuesta ver hoy en día. Todo el mundo ha disfrutado de un show con un montaje que nada tiene que envidiar al de otras competiciones (Formula 1, MotoGP o futbol), ofrecido gratuitamente (cosa que no hacen ni MotoGP, ni el aclamado Fútbol ni mucho menos Formula 1) y desde luego, apasionante. Un diez para el ayuntamiento, un diez para Red Bull y su capacidad de gestionar un evento de esta magnitud y una mención especial para la música: original, de calidad y acertada para cada show. Un gran día para haberlo pasado con la pareja, amigos o familia. Un gran día para Barcelona.
2 comentarios:
me quedo con lo de un 10 para el ayuntamiento... jeje
Igual han habido trapos sucios... como siempre. Pero desde luego hoy no se han visto y la gente ha quedado satisfecha! Muy bien por el ayuntamiento.
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