Con este “knockout” a José Luís Rodriguez Zapatero, comenzó mi sospecha de que el gobierno Español no es el defensor de pueblos (con su terrible “alianza de civilizaciones”) ni la paz personificada en un territorio. ¿Podría ser que el gobierno que en su momento se cubrió de gloria por retirar las tropas de Irak, no estuviese tan concienciado con la paz?, ¿O fue tan solo una maniobra política? Es evidente que un gobierno que se diga íntegro debería ser consiente del daño que supone la venta de armas desde un punto de vista bélico. En este artículo, se intenta mostrar la realidad de la situación. Cual ha sido el volumen de exportaciones de armas desde España y su impacto en la sociedad receptora.
En primer lugar, quisiera remarcar un pequeño detalle que me sorprendió al iniciar mi búsqueda de información objetiva. Es necesario definir que tipo de búsqueda emplear, para ello existen principalmente 3 clasificaciones: según Sector Industrial, según CUCI (Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional, Naciones Unidas) y según TARIC (Arancel Integrado de las Comunidades Europeas). Posteriormente, hay que definir el lugar de búsqueda. El intento del autor por dar con resultados oficiales fueron nulos en el Instituto de Estadística Nacional (www.ine.es), en el Ministerio de Industria y Comercio (http://datacomex.comercio.es/principal_comex_es.aspx) y en la Agencia Tributaria (http://aduanas.camaras.org/). En todos los casos, es curioso ver como el dato no está disponible o directamente desaparecido. Dejo prueba de mi búsqueda:
A partir de este instante, se buscaron referencias en otros puntos de información como son las publicaciones de Arcadi Oliveras, noticias oficiales publicadas en periódicos y otras fuentes de información. Se presentan los resultados a continuación. La normativa vigente, representada por una ley modificada en 2007 es un primer paso para el control y regulación de armas vendidas. Desde ese día, el gobierno deberá seguir las normas Europeas prohibiendo la venta de armas a países en guerra. Según la ley, se exige: control de material, respeto a los informes de Naciones Unidas y varios otros puntos positivos. Curiosamente, y pese a que esta nueva ley lo exige, los datos sobre uso y destinos de las armas exportadas no se conocen.
La ley era notoria puesto que Greenpeace denuncia la venta de armas en 2006 (previa implantación de la Ley de exportaciones de armas) a Ghana, Israel, Pakistán, Marruecos… Países en situación de conflicto.
Otro aspecto a tener en cuenta son las inversiones económicas del estado en el sector militar:
En el tema exclusivamente exportador, es importante destacar que salvo algunas empresas gigantescas y controladas (EADS, General Dynamics), existen multitud de otras empresas de talla menor que se encargan de fabricar armamento ligero, tanques y proyectiles. Es decir, las armas más mortíferas hoy en día. Gamesa Industrial y Explosivos Alaveses son algunos ejemplos de dichas empresas privadas cuyo objetivo será la maximización de beneficios. Estas empresas pondrán el interés en exportaciones y el gobierno no frenará esta necesidad ateniéndonos a la política actual armamentística.
Es interesante (e importante) recordar que el gobierno socialista de González declaró secretos documentos (que salieron a la luz por error al comprobar las traducciones del Ministerio de Defensa Británico) en los que aparecía la evidencia de que el estado había autorizado la venta de armamento al Ejército del dictador Augusto Pinochet. En 1994, en plena guerra de Ruanda y bajo embargo de la ONU bloqueando cualquier entrada de armas al país, España logró vender ametralladoras vía un soborno de la embajada de Panamá.
Según un informe de Amnistía basado en datos del gobierno, pese a la ley de exportaciones, la tendencia mostrada por el gobierno Español ha ido a la alza. En efecto, desde 2004 hasta 2009 el crecimiento de exportaciones ha sido un 24% superior al periodo cuatrianal anterior. Con estos datos, el SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) coloca a España en el sexto lugar en lo que a exportaciones militares se refiere. Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido nos adelantan.
La información no se transparenta y aquí es donde aparece la gran mentira: Estados Unidos, Francia y Alemania (además de países menos exportadores como Suecia, Suiza, Holanda e incluso Serbia) son más transparentes. Más allá de la realidad del mundo, estos países publican sus exportaciones armamentísticas. España en cambio se queda atrás en transparencia. Sin accesibilidad, sin coherencia ni un gran nivel de detalle, España no reúne cualidades de país desarrollado en este sentido.
Pero, existe una gran pregunta. Todavía podría mostrarse un resquicio de honestidad y coherencia si el gobierno vendiese estas armas a países desarrollados o sin conflictos (no es lo mismo vender armas a Francia que a la Ruanda del 94, así pues: ¿A qué países van destinadas estas exportaciones? La organización Justicia y Pau, Intermón Oxfam y Greenpeace han elaborado un informe donde se indican datos espeluznantes (era totalmente previsible viendo lo anterior):
- Angola (28.000.000 € exportados a valor corriente)
- Arabia Saudí (6.400.000 € exportados a valor corriente)
- Colombia (111.000.000 € exportados a valor corriente)
- Estados Unidos (116.000.000 € exportados a valor corriente)
- Ghana (12.000.000 € exportados a valor corriente)
- Israel (2.000.000 € exportados a valor corriente)
Sin olvidar exportaciones menores a: Argelia, Bolivia, Cuba, Egipto, Filipinas, Georgia, Guatemala, India, Jamaica, Líbano, Mali, Marruecos, Omán, Pakistán, Paraguai, Senegal, Sri Lanka, Sudáfrica, Turquía y Venezuela. España está minando de armas ligeras (pistolas, rifles, cañones de asalto y demás) zonas de una alta inestabilidad, que no respetan los derechos humanos o sumergidas en conflictos mudos: esos que no se oyen y matan más.
Concluyo finalmente remarcando dos aspectos importantes. En primer lugar, en este artículo no se debate el tema etéreo de la existencia de armas en el mundo. Obviamente, es comprensible y quizás admisible que cada país disponga de su Ejército. Lo que se debate en realidad es la actitud de la política Española en referencia a este tema. El Partido Socialista siempre ha vestido la chaqueta de la Paz, de la Alianza de Civilizaciones (otro fracaso que en lugar de unir, reivindica todavía más las identidades que nos diferencian de “los demás”), del “No a la guerra” y sin duda, esta actitud le ha permitido mantenerse en el gobierno las dos últimas legislaturas.
Es este doble juego el que debería indignarnos, el que debería hacer que hayan más personas como las del video de entrada que critiquen mentiras tras mentiras adornadas con otra mentira (como por ejemplo la Ley de Exportaciones Militares). Pero hay algo más detrás de todo esto: el constante pasotismo de la sociedad en temas de este tipo que solo se despierta en asuntos que incumben a los Españoles no es más que un reflejo del típico “si no me toca, no me preocupo”. El Partido Socialista dispone del beneplácito de la sociedad en este sentido porque “salvó” nuestras tropas de Irak: un conflicto totalmente injusto en el que nos metió el malo Aznar y lucifer Bush!. No obstante, mediante cortinas de humo dignas de la guerra fría, el PSOE no permite a los ciudadanos percatarse de que Aznar no encabezó un país en la sexta posición de exportaciones militares y que Bush presentó más (y mejores: sin fallos ni incoherencias) informes de exportaciones militares que Zapatero en la actualidad.
Quisiera terminar con la cita de Pere Casaldàliga:
No poseer nada, no llevar nada
No pedir nada, no callar nada y
De paso, no matar nada
Fuentes:
http://pangea.org/cric/cast/articulos/exportacion-armas.html
http://www.es.amnesty.org/uploads/media/contrainforme2009.pdf
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