sábado, 22 de octubre de 2011

Vietnam 50 años después: el agente Naranja

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La acomodada población de occidente conoce las guerras a través de las cámaras de televisión y del ojo crítico de tan solo un puñado de directores cinematográficos que tienen el valor de mostrar la cruda realidad. Aún así lo que ocurre en una guerra no puede ni tan siquiera llegar a imaginarse en una mente inteligente. Pero la desclasificación de informes décadas después o efectos no esperados que aparecen años más tarde tras el conflicto vienen a confirmar que la guerra es un hervidero de crueldad, maldad e ignorancia.

La célebre guerra de Vietnam (Agosto de 1961 hasta 1971) es el ejemplo que inspira el caso que vamos a tratar hoy. Los soldados vietnamitas se escondían en la selva para emboscar a sus enemigos americanos. Por otro lado, la principal y casi única fuente de alimentación de la población vietnamita procedía de los campos de arroz. Empujado por estas dos claves estratégicas, el estado mayor de los Estados Unidos autorizó el desarrollo y uso de un agente químico conocido como el Agente Naranja (Orange Agent). Los soldados vietnamitas eran expulsados de los bosques y los arrozales se contaminaban para matar a la sociedad que los consumía posteriormente o que moría de hambre por inanición.

¿Qué era realmente el agente mostaza y cómo su utilizó en Vietnam? ¿Cuáles son los resultados a día de hoy de dicho agente?. En todo caso, se trata de una muestra más de la generosa crueldad humana cuando se habla de guerra e intereses…

 

El agente naranja

Desde el punto de vista químico, el Agente Naranja es el resultado de la unión de un conjunto de herbicidas hormonales: el 2,4-D y el 2,4,5-T. Su uso en agricultura posterior emplea ambos productos de forma separada. Pero en el caso de la guerra de Vietnam, el poco conocimiento de los elementos y del proceso de conformación así como las prisas por producir en enormes cantidades provocaron que, notablemente la síntesis de la 2,4,5-T (dioxina tetraclorodibenzodioxina) un exceso de elementos derivados cancerígenos apareciesen. Es el caso de la 2,3,7,8-Tetrachlorodibenzo-p-dioxin conocido como TCDD:

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Los resultados de la inhalación o ingestión de este subproducto cancerígeno deja ver sus efectos notablemente en la generación siguiente y expone al descendiente a una alta probabilidad de malformaciones que incluso pueden llegar a causar la muerte.

 

Agente Naranja y Vietnam

Aerial-herbicide-spray-missions-in-Southern-Vietnam--1965-1971Diseñado fundamentalmente por Dow Chemical y Monsanto, ambas empresas se anticiparon al pedido del ejército norteamericano al iniciar pruebas ilegales sobre presos de diferentes estados de Estados Unidos y lograron, en la fecha pedida, disponer de un agente químico devastador.

Las primeras pruebas llevadas a cabo en 1959 comprobaron que dos años después de una irrigación con agente naranja, el 98% de la vegetación de cualquier tipo había desaparecido.

Desde 1961 hasta 1971, la USAF (Fuerza Aérea de los Estados Unidos) asestó devastadores vuelos de “riego” sobre los campos de arroz y la jungla cuyos objetivos eran las de cortar la cadena de alimentación vietnamita y expulsar a los enemigos de la temible jungla. Del mismo modo, carreteras y vías estratégicas fueron sometidas al Agente Naranja para generar una especia de “no-man’s land” en la que los vehículos americanos podrían circular con mayor seguridad. Con los arrozales esterilizados, la población se veía obligada a reagruparse en los “Conjuntos estratégicos” gestionados por las tropas americanas interrumpiendo así la ayuda y la comida a los soldados y milicianos de Vietnam.

Se considera actualmente que más de 77 millones de litros de Agente Naranja fueron vertidos sobre Vietnam por vía aérea mediante bombarderos (95%) y helicópteros; por vía marítima e incluso por vía terrestre (mediante el simple riego de campos desde camiones o pulverizadores que llevaban los propios soldados americanos).

agent_orange_epandageSe trata de una catástrofe medioambiental gigantesca puesto que más de 2,5 millones de hectáreas y 300 pueblos fueron devastadas por el Agente Naranja y otros exfoliantes en Vietnam. Pero la dimensión más crítica se atañe a nivel humanitario puesto que hoy en día, casi cuatro generaciones después de la guerra, todavía se siguen notando los efectos de este agente criminal. En el plano sociocultural, médico y medioambiental, Vietnam dispone de un enorme lastre que impide que su país pueda desarrollarse de forma normal durante los años pasados desde la guerra y los venideros.

Si no se hubiese vertido el gas sobre las cosechas, 240 000 personas podrían haber sido alimentadas, se hubiera evitado la muerta de 400.000 personas (la mayoría civiles no ligados a la milicia ni al ejército de Vietnam), 500 000 fetos se hubiesen desarrollado correctamente y según la Unesco, una quinta parte de los bosques de Vietnam no hubieran sido destruidos por los agentes químicos lanzados durante la guerra.

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Secuelas en la actualidad

Como siempre, el Gobierno americano negaba a toda costa la toxicidad del Agente Naranja respaldado la versión que daban las empresas fabricantes del agente que aseguraban que el AN no tenía efectos a largo plazo ni tóxicos para el Ser Humano. Pero ¿quién hay detrás de todo esto?

El 18 de Junio de 2011, una ceremonia en Vietnam supuso el lanzamiento del proyecto de descontaminación del aeropuerto de Da Nang. Fundado sobre un informe elaborado el año anterior, el coste de dicha descontaminación es de 300 millones de dólares y serán necesarios más de 10 años de trabajo para terminar con la contaminación en el conjunto del país.

Aún así, se sospecha que Dow Chemical y compañía conocían de antemano los efectos del agente puesto que contenía el elemento teratógeno que comporta siempre malformaciones en los fetos y altera el código genético dando pié a la formación de enfermedades irreversibles. Por ello, desde el final de la guerra hasta la actualidad, la maternidad del hospital Tu Du (en la capital del país) se conoce como el “museo del horror” por la cantidad de recién nacidos que presentan malformaciones (800 en 2005). Con vistas a posibles acciones judiciales futuras, el hospital conserva en formol cientos de fetos muertos con deformaciones incompatibles con la vida.

 

Proyectos y la esperanza de un progreso en Vietnam

agent_orange_vetEl Dialogue Group se fundó en 2007 para reunir afectados, científicos y políticos de ambos países en busca de una solución humana. El Instituto Aspen y la Fundación Ford han financiado completamente este proyecto que busca no solo el acuerdo político si no el envío de una misión humanitaria civil para apoyar las zonas más afectadas.

Hasta la fecha, el Dialogue Group ha publicado tres informes en los que indica los “puntos calientes” del gas naranja, las estimaciones de victimas y muertes derivados directa e indirectamente del agente e interpela al gobierno Norteamericano a financiar el plan de acción que propone (lo que supone un método novedoso a la hora de publicar informes que generalmente se quedan en la simple información y en ningún caso presionan un gobierno para obtener fondos). El co-presidente, Walter Isaacson, afirma al respecto que el esfuerzo que solicitan al gobierno norteamericano es realmente moderado (30 millones de dólares por año) y señala:

“La limpieza de nuestros vertidos durante la guerra en Vietnam será mucho menos costosa que el escape de petróleo en el Golfo al que BP tendrá que hacer frente”

Algunas reacciones en el seno de la administración Obama (conviene personalizar en la figura del actual presidente puesto que hasta la fecha, ningún presidente de los Estados Unidos había ni tan siquiera, llegado a admitir la opción de negociar con Vietnam) se empiezan a ver. En 2009, el Congreso Estadounidense publicó un informe en el que trataba sobre “Las Victimas Vietnamitas y las relaciones Estados Unidos – Vietnam”. El informe estudia en qué medida el agente naranja, último reducto de la guerra de Vietnam, bloquea las relaciones diplomáticas entre ambos países y ofrece formas de proceder a una limpieza financiada por los Estados Unidos que no implicaría que el gobierno americano reconozca su parte de culpa en el problema toxicológico.

Según los expertos en geopolítica, la llamada Soft Power de los Estados Unidos en Asia se vería reforzada si éste país optase por el camino de la ayuda a Vietnam (sin tan siquiera reconocer su culpa, como recomienda el informe como única vía para que Estados Unidos participe en el hipotético proyecto). El Dialogue Group se ha adherido a esta opción que podría favorecer a todas las partes implicadas.

 

Primeros pasos

US-Huey-helicopter-spraying-Agent-Orange-in-VietnamEl gobierno de Hô Chi Mhin ya ha puesto en marcha un programa para limpiar la zona aeroportuaria de Bien Hoa con un presupuesto de 5 millones de dólares. Por su lado, a partir de Julio de 2011, Estados Unidos firmó un primer proyecto de limpieza de la zona de Da Nang, estimado en 32 millones de dólares en el que el programa internacional de ayuda americano (Usaid) se compromete a extraer las capas contaminadas y a conservarlas en contenedores herméticos hasta que un medio para eliminar el agente se descubra. Una opción alternativa consistiría en quemar esos residuos a temperaturas superiores a los 350 ºC.

Como detalle anecdótico y muestra de la creencia, por parte de ciertos estamentos americanos, de la superioridad de Estados Unidos, en 1984, una asociación de veteranos de guerra americana, logró tras imponer, una demanda judicial, una condena de 95 millones de dólares como indemnización a los soldados americanos afectados por el Agente Naranja. Respecto a los más de 4 millones de demandas de afectados vietnamitas, la posición oficial del poder judicial norteamericano ha sido siempre la misma: “No existen bases legales que justifiquen las demandas de los 4 millones de víctimas vietnamitas del agente naranja”. ¿Un poder judicial con problemas de vista o una fuerte presión empresarial tras el tupido velo?

Según las empresas, están amparadas por el derecho de “obediencia debida” y afirman que tan solo seguían órdenes del gobierno de la época y añaden que no existen pruebas suficientes que demuestren una relación entre las malformaciones y el agente naranja…

 

El Agente Naranja y el siglo XXI

vietnam-childrenEs bien sabido que durante una guerra no se puede esperar que la humanidad refleje su mejor faceta pero el uso de armamento nuclear, químico o bacteriológico es una atrocidad y una humillación para nuestra sociedad. El simple hecho de que estos elementos se hayan usado repetidas veces (y con una alta probabilidad se sigan usando hoy en los conflictos actuales) es un elemento suficiente para poner a la misma altura los dirigentes militares americanos de Vietnam con los terroristas actuales. El ataque indiscriminado y tan cruel a la población civil para que ésta no pueda comer es humillante.

La administración Obama está en el buen camino al haber empezado a entablar conversaciones con el país del Sudeste Asiático. Además, la cúpula gubernamental americana se muestra abierta y dispuesta a escuchar propuestas y llevarlas a cabo. Existen motivos geopolíticos detrás, evidentemente como en toda acción política, como podría ser reimplantarse en una zona en la que Estados Unidos dispone de apoyos justos, pero el simple hecho de darle más prioridad a estos elementos, y de paso ayuda a la población de Vietnam por algo a lo que Estados Unidos les condenó ya es un hito respecto a lo que se ha visto desde 1971.

agent-orange-victims¿Cuál debería ser el siguiente paso? Barack Obama debería reconocer oficialmente la implicación de su país en el asunto Agente Naranja y concretar las fuentes no oficiales que reconocen una posible relación entre el gas y las malformaciones. Asimismo, las empresas que lo desarrollaron, ocultaron resultados químicos para hacer creer en su inocuidad para el ser humano y luego hicieron enormes beneficios en la comercialización de un producto derivado en el mundo entero deberían participar activamente en la ayuda al país en el que su “mierda” fue lanzada (como la califican los habitantes de las zonas de Vietnam afectadas).

Como apunte curioso, la empresa fabricante del agente naranja se llamaba Monsanto. Empresa que fue comprada por Dow Chemical que curiosamente también adquirió Union Carbide, causante del vertido letal en Bopal…

Jamás hay que olvidar que en Estados Unidos y cada vez más en Europa (y lo mismo ocurrirá en China), la economía de guerra ha sido siempre una bendición financiera por la pugna de empresas multinacionales que dominan el mercado de los productos químicos. Pero el esfuerzo que algunas personas están llevando a cabo en Vietnam para ayudar a las personas y niños afectados así como la lucha que están llevando a cabo algunas agrupaciones es el punto con el que hay que quedarse: tomar conciencia, apoyarles y finalmente defenderles.

 

Documental “Documentos TV”:

Parte 1
   
Parte 2
   
Parte 3
   
Parte 4
   
Parte 5

 Fuentes:

Le Monde Diplomatique – edición digital (http://blog.mondediplo.net/2011-09-09-Cinquante-ans-apres-l-agent-orange-empoisonne-le)

Diario online Rebelión – artículo de José Daniel Fierro (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=12482)

Combat Monsanto (http://www.combat-monsanto.es/spip.php?article231)

Instituto Aspen (http://www.aspeninstitute.org/policy-work/agent-orange)

Informe Michael F. Martin (http://www.fas.org/sgp/crs/row/RL34761.pdf)

Wikipedia - 2,3,7,8-Tetrachlorodibenzo-p-dioxin (http://en.wikipedia.org/wiki/2,3,7,8-tetrachlorodibenzodioxin)

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