Ya fue un asunto tratado en su momento a raíz de la pregunta que el perspicaz participante de “Tengo una pregunta para usted” le hizo al presidente José Luís Rodríguez Zapatero. De la mayoría de los programas al más puro estilo TV-show estadounidense, esta es una de las pocas preguntas que valieron la pena por su fuerza incisiva, por lo inesperada y por la sorprendente incapacidad del presidente del gobierno a responder con argumentos decentes. Pero el factor que hace interesante retomar el tema de las exportaciones de armamento españolas es el uso que el ejército libio está haciendo con dichos equipos (de fabricación española, pero también procedente de otros países europeos). ¿Porqué vende España armas a Muamar Gadafi? y a raíz de esta observación, ¿vende España armas a otros gobiernos de dudosa legitimidad?
Dos preguntas que merecen un análisis detallado sobre los sistemas militares o de doble uso que España exporta al extranjero para saber hasta qué punto se participa en el negocio de la guerra a escala mundial.
2000-2009, El comportamiento de España en los últimos años marcan una tendencia
Concretamente en 2009, las exportaciones armamentísticas en España han representado el 0,9% de la balanza comercial española y a escala mundial, supusieron el 4% de las exportaciones globales de armamento. El año 2009, como viene siendo costumbre, representó (esta vez con diferencia) el valor más abultado en la historia de España si hablamos de exportaciones de equipos militares. Como muestra el gráfico siguiente, este no es un resultado coyuntural y se explica por una tendencia definida por un aumento constante de las exportaciones militares:
La tendencia es clara y presenta un fuerte crecimiento (o impulso) durante el gobierno del PSOE desde que asumió el mando de España en el año 2004. En 2006 y 2009 el gobierno ha fomentado con fuerza este negocio armamentístico demostrando su clara apuesta por el sector. Más concretamente, las exportaciones de material de defensa español han aumentado un 871% durante el periodo 2000-2009, tendencia que no se ve en ningún caso corroborada por la evolución a nivel mundial puesto que durante este mismo periodo, el crecimiento de las exportaciones de material bélico ha sido de un 22% y la evolución parece mucho menos agresiva que en el caso español:
En este contexto, España se sitúa en la 6ª plaza a escala mundial. Estados Unidos, la Federación Rusa, Alemania, Francia y Reino Unido son los únicos países que superan al país peninsular. Durante el periodo de estudio, España ha vendido mayoritariamente aeronaves de guerra (32% del total de exportaciones), barcos de combate (30%) y equipos de imagen y contramedidas (11%) considerando el volumen económico generado. A este respecto hay que matizar que las aeronaves de guerra es un título que en España podría llevar a engaño puesto que se trata de aeronaves de transporte de la empresa CASA. No obstante, los barcos de combate y los restantes sistemas vendidos (armas ligeras, carros de combate blindados…) son equipos militares de guerra.
Momento de plantearse hacia a donde va todo el arsenal español exportado. La respuesta es tremendamente molesta: si bien España ha vendido equipos a países “normales” (como podría ser el caso de Noruega, Malasia, Brasil, México y Botswana), también ha vendido armamento a estados con dudoso comportamiento frente a los derechos humanos o inmersos en conflictos. Colombia (1 avión de transporte), Marruecos (armamento ligero), Arabia Saudí (municiones y armas ligeras), Kazajstán (contramedidas), Ruanda (estación radar), India (piezas buque y munición para armas ligeras), Ghana (vehículos ligeros), Turquía (misiles para aviones de combate), Sri Lanka (bombas para aviones de combate) e Israel y Pakistán (repuestos y caza deportiva) son los ejemplos más representativos de los lugares en los que se siembra la marca militar española. En general, el 8% de las exportaciones españolas, siempre teniendo en cuenta el volumen económico y no la cantidad, están destinadas a países con IDH medio o bajo…
En el caso concreto de Israel, el problema reside más bien en los acuerdos bilaterales para el desarrollo de armas. De esta colaboración ha nacido el UAV Searcher MKII-J, los misiles Spike que equipan los helicópteros Eurocopter (el Tiger notablemente) y diversos otros equipos de combate. Estas colaboraciones ponen en entredicho las declaraciones supuestamente críticas con el comportamiento de Israel frente al conflicto de israelo-palestino.
Finalmente, cabe destacar quienes han sido, en 2009 los tres principales compradores de material de doble uso (material empleado en sistemas civiles y militares). En primer lugar Irán, que compró por valor de 39 millones de euros equipos de producción militar como por ejemplo equipos de medida de movimientos, crisoles, rodamientos de aplicación avanzada o simuladores. En segundo lugar Libia, con compras por valor de 13 millones de euros (sensores y láseres) y finalmente China que con una inversión de 10 millones de euros compró en España equipos semejantes a los de Irán.
Las siguientes tablas resumen lo enunciado anteriormente:
España, armamento y ideología de puertas adentro
Por otro lado, España no presenta datos relativamente alarmantes cuando se trata de venta interna, pero si que son opuestos a una política humanamente considerada. Si bien la crisis se ha dejado notar en el sector militar español, algunos datos siguen siendo ciertamente fuertes en el año 2011. La siguiente tabla muestra dichos resultados resumidos en forma de indicadores (los datos para 2011 son previsiones):
Lo más relevante de este análisis interno es que el sector militar español ha sufrido la crisis al recibir recortes importantes durante los últimos años. De este modo, la variación en inversiones militares en 2010 fue del –23,51% y en 2011 se prevé que será del –17,88%. La variación en I+D militar fue y será del –19,1% y del –17,6% en 2010 y 2011 respectivamente. En otras palabras, “de puertas para a dentro” el gobierno mantiene un sistema financiero militar ajustado y poco chillón.
Este comportamiento se diferencia radicalmente del que se muestra hacia el exterior: España es un país que no quiere levantar críticas por un excesivo gasto militar interior pero que abusa del negocio de la guerra en el exterior financiando (de forma material) conflictos al vender armas ligeras, aviones de guerra y demás equipo de combate a países en situación humana inestable.
Explotación de un negocio inmoral
Si se considera la situación actual con cierta objetividad, es fácilmente observable que la política militar española presenta dos comportamientos bien diferenciados. La visión interna y la visión externa. ¿Cómo se contempla el apoyo al sector militar interno? Acorde con la necesidad económica real: recortes necesarios aplicables. Y por contra ¿qué visión aplica España al apoyo militar hacia el exterior? Con un claro fomento del mismo.
De tal comportamiento se puede deducir que lo que mueve a España en el terreno militar no es una mentalidad belicista, en tal caso, la inversión interna sería muy superior así como la proporción respecto al PIB (como el caso norteamericano). Lo que determina el comportamiento español es la mentalidad empresarial devastadora: la búsqueda del negocio allí donde esté con el beneplácito del gobierno. No hay que olvidar que para que una empresa española venda armamento a cualquier grupo, empresa o persona en el extranjero, es necesaria la aprobación del gobierno…
Y así, España contempla una opción de negocio materializada en la guerra ilegal y se lanza hacia ella. El país peninsular se muestra una vez más como el estado trapichero, ajeno a toda ley y dispuesto a toda patraña para generar dinero que ha demostrado ser en muchas otras ocasiones. ¿Recuerda esto en algo al sistema inmobiliario español previo a la crisis? Quizá más de lo que parece a simple vista…
Fuentes:
Centre d’estudis per a la Pau JMDelàs (http://www.centredelas.org/; http://www.centredelas.org/attachments/677_informe-8-cas.pdf)
Fundació Justicia i Pau (http://www.justiciaipau.org/)
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